lunes, 19 de enero de 2015

Resfriado Común

Foto © TedsBlog

El catarro o resfriado común se llama así por lo frecuente que es.  Solo en los EE.UU. se registran cada año millones de casos y es una de las causas más importantes de ausentismo laboral y escolar en todo el mundo.

El resfriado común con medicamentos dura 7 días, y sin medicamentos dura una semana, parecería un juego de palabras, pero es la realidad. Por lo tanto, hay que procurar que los medicamentos no ocasionen más problemas que los síntomas propios del catarro, síntomas que son inevitables, aunque la propaganda diga lo contrario.

A muchas madres les gusta que por cualquier “gripecita” a su niño le den una receta, sin embargo, no existen estudios que apoyen el uso de fármacos para el resfriado común en niños  por debajo de los 4 años de edad. Muchos de esos productos son a base de pseudoefedrina y fenilefrina con efectos de taquicardia o aumento de la frecuencia cardiaca, irritabilidad o insomnio por su contenido en metanfetaminas.

El resfriado común es una enfermedad infecciosa viral del aparato respiratorio, autolimitable, que se manifiesta por estornudos, secreción nasal, lagrimeo, picor, cefalea, dolor de garganta, tos y cansancio.  No es lo mismo que la gripe o influenza, que también es una enfermedad respiratoria viral, mucho más grave que se acompaña además de fiebre alta, escalofríos, dolores musculares y mal estado general.

Los antibióticos y otros medicamentos no deben usarse como tratamiento del resfriado al menos que éste haya desencadenado una crisis de asma, bronquitis, sinusitis, infección de oídos etc. La tos como mecanismo de defensa no deberá ser abolida al menos que sea tan molesta que interfiera con el sueño o la alimentación, y solo se hará bajo prescripción médica.

El catarro o resfriado común es tan común, que un niño pequeño que asista a un nursery o guardería podría padecerlo casi todos los meses. Entonces, mejor que medicarlo será haber completado su programa de vacunas, haberlo amamantado en su primer año de vida, lavarse las manos después de cambiar los pañales y antes de preparar los alimentos, desinfectar frecuentemente los utensilios y juguetes en la casa y en el colegio, usar toallas de papel desechable, evitar el humo del tabaco, cerciorarse de haberlo vacunado contra el neumococo y cada año contra la influenza estacional, procurar que el niño duerma su noche completa. Y, solo usar antibióticos o cualquier otra medicación en los casos que se hayan complicado y  siempre por indicación médica. 


Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra-Neonatólogo
Santo Domingo, República Dominicana




No hay comentarios:

Publicar un comentario