martes, 29 de noviembre de 2011

Influencia del ambiente en el cerebro humano


Una nueva investigación sobre el cerebro confirma que la adversidad temprana en la vida de un niño produce cambios fisiológicos que son detectables décadas más tarde. Este conocimiento requiere del desarrollo de habilidades en los que participan en la crianza de los niños, y es el pediatra el más llamado a ser líder en ese cambio, afirma el Dr. Jack P. Shonkoff, profesor de salud y desarrollo infantil y director del centro de desarrollo del niño en la universidad de Harvard, Boston. Este investigador basa sus afirmaciones, en un estudio de cohorte longitudinal realizado en Nueva Zelandia en más de mil cien personas en 32 años.

Esta investigación demuestra que la activación prolongada del sistema de respuesta al estrés, conduce a elevación de la frecuencia cardiaca, de la presión arterial, elevación de las citokinas, niveles altos de azúcar en sangre con alteración de la resistencia a la insulina y activación del sistema inflamatorio. Según Shonkoff, la arquitectura del cerebro se puede debilitar, traduciéndose en destrucción de los circuitos neuronales en áreas que afectan el aprendizaje, la memoria, las funciones ejecutivas y el desarrollo de otros sistemas orgánicos. La conclusión es, que la adversidad temprana se puede traducir en disfunción del desarrollo que conduce a enfermedades crónicas, mal desempeño escolar y una esperanza de vida más corta.

Estamos empezando a comprender la fisiopatología y la biología de la adversidad, y esto, se convierte en un reto para los padres y para el pediatra, cuya acción médica no puede limitarse a exámenes y recetas, sino que debe ir más lejos. Debemos enfocarnos en las funciones ejecutivas del cerebro del niño, un área fundamental en lo que es “el pensamiento fresco”. Nadie hasta ahora, ha trabajado en la “construcción de las habilidades ejecutivas” en áreas de educación limitada. Afirma el investigador.

Los nuevos conocimientos nos sitúan en un escenario en el que debemos reconocer, que la expresión genética está influenciada por el medio ambiente. Tenemos por delante una excitante neurociencia que nos enseña cómo diferentes experiencias pueden cambiar la expresión genética en un cerebro que se está desarrollando, expresa Shonkoff.

Hace algunos años, investigadores en el área pediátrica del Instituto Karolinska de Estocolmo afirmaban, que la cesárea programada puede producir alteración de los genes en el feto al momento del nacimiento, que pueden predisponer años después a alergias, asma, diabetes y leucemias, diferente a los niños que nacen bajo el estrés beneficioso del parto natural. Esto, viene a confirmar, que nuestras acciones, están en capacidad de interferir en el genoma humano. Es decir, que somos los protagonistas en ésta etapa de nuestra existencia, en la que estamos obligados a descifrar las incógnitas que el conocimiento y la ciencia nos tienen reservados respecto de nuestro modo de actuar.

Dr. Marcos Díaz Guillén

pediatra-neonatólogo

Santo Domingo

República Dominicana

martes, 15 de noviembre de 2011

Efectos de la televisión en el niño


Después de muchos años de estudios, la Academia Americana de Pediatría (AAP) fija su posición en torno a los niños, la televisión, los muñequitos y video-juegos. En 1999 la AAP no aprobaba el uso de los medios en los niños menores de dos años, porque entendía, que podían ser más dañinos que beneficiosos. Ahora, 12 años después, ratifica la falta de evidencias para suponer que los medios como la televisión, vayan a beneficiar en la educación y desarrollo del niño, y, más bien señala, sus efectos negativos potenciales.

Esta investigación, es un esfuerzo para contrarrestar la promoción de la industria de los medios que habla de las ventajas de sus productos para el desarrollo en la educación del niño. Y, para que los padres entiendan, que el valor educacional de los medios en los niños menores de dos años es inexistente.

Los estudios han demostrado, que el niño entre los 12 y 18 meses de edad aprende mucho más y mejor de las actividades en vivo. En ésta etapa de la vida, el niño no tiene la destreza para beneficiarse de una educación a través de los medios, y que ese tipo de educación, además, no está basada en evidencias científicas. El informe señala, que los daños de la influencia de los medios sobre los niños no son solo los directos, sino, que existen otros daños colaterales. Las horas que el niño pasa ante el televisor, es un tiempo que se pierde en lo que es su actividad creativa, y va en perjuicio del tiempo para interactuar con los demás miembros de su familia.

En el corto plazo, la televisión tiene consecuencias negativas en el desarrollo del lenguaje. Los niños que pasan mucho tiempo ante la tele presentan significativas señales de retraso del lenguaje y contrario a lo que se promociona, los medios no mejoran en nada sus habilidades. La AAP señala, que hay evidencias de daños en la salud en los niños mayores de tres años que pasan mucho tiempo ante el televisor, tales como, obesidad, trastornos del sueño, agresividad y déficit de atención en escolares y pre escolares.

¿Qué deben hacer los padres?, evitar el televisor y videos en niños menores de dos años, si es inevitable, acompañar al niño para explicarle e interactuar con él y no poner televisor en la habitación del niño. No hay dudas, que la televisión en la habitación, debilita la interacción padres-hijo y aleja al niño de sus propios juegos e intereses. Los padres, deberán reconocer la importancia del tiempo de la interacción humana en el desarrollo social y emocional, así como de las habilidades físicas del niño.

Toda la información precedente y el artículo original apareció en “TheDoctorWillSeeYouNow.com” an Atlantic Partner site, por: Esther Entin, M.D.

Dr. Marcos Díaz Guillén

pediatra-neonatólogo

Santo Domingo

República Dominicana.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Síndrome PANDAS


Una lectora me escribió diciéndome que recientemente había oído hablar de un síndrome llamado pandas, que si tenía relación con los osos que llevan ese nombre.

PANDAS, es la palabra formada por las primeras letras en inglés de Pediatric Autoimmune Neuropsychiatric Disorders Associated with Streptococcal infections, en español, desordenes pediátricos autoinmunes y neuropsiquiátricos asociados a infección por estreptococo. Es el caso de niños que después de haber padecido una infección estreptocócica de garganta o escarlatina, se les presenta un estado obsesivo-compulsivo y/o tics nerviosos.

Existen controversias respecto a éste síndrome neuropsiquiátrico asociado a tics que recuerdan los movimientos tipo corea de Sydenham que vemos en la fiebre reumática. El Instituto Nacional de Enfermedades Mentales de los EE.UU. establece cinco criterios que deben estar presentes para hacer el diagnóstico: presencia de rasgos obsesivos-compulsivos o tics nerviosos, edad pediátrica entre los tres años y la pubertad, síntomas severos y episódicos, asociación con infección estreptocócica demostrada por cultivo positivo de garganta o fiebre escarlatina y asociación con movimientos tipo corea o hiperactividad motora.

Investigadores de éste Instituto proponen la hipótesis de que en el síndrome se produce un mecanismo similar al que se ve en la fiebre reumática, es decir, un desorden autoinmune desencadenado por una infección estreptocócica en la que los anticuerpos atacan los ganglios basales del cerebro del individuo, produciendo el estado neuropsiquiátrico. Sin embargo, señalan, que el PANDAS se ha sobre diagnosticado, pues cerca de una tercera parte de los casos presentados por la comunidad médica, no reúnen los criterios para calificarlos como tales. Se hace constar además, que el PANDAS, aún no ha sido admitido en el DSM IV o manual de diagnóstico y estadísticas de enfermedades mentales, instrumento de aceptación general por los profesionales y las sociedades especializadas en esas áreas.

El diagnóstico de PANDAS y la hipótesis de que los signos y síntomas son causados por una infección, son controversiales. En estudios iniciales, el tratamiento profiláctico con antibióticos no ha mostrado efectos sobre la tasa de infección ni sobre los síntomas obsesivos-compulsivos. Sin embargo, otros estudios, han concluido que sí son beneficiosos. En ambos casos, la metodología aplicada en dichas investigaciones ha sido criticada. ( Garvey M, Perimutter S, Allen A, 1999 “ A pilot study of penicillin prophylaxis for Neuropsychiatric exacerbations triggered by Streptococcal infections”, Biol Psychiatric 45 and, Snider L, Lougee L, Slattery M, Grant P, Swedo S, 2005, “ Antibiotic prophylaxis with azithromycin or penicillin for childhood-onset neuropsychiatric disorders” Biol Psychiatric 57: 788-92 ). Dado las controversias y la falta de consenso respecto de éste síndrome, deberá esperarse más estudios para confirmar las hipótesis que se han sugerido. Sin embargo, debemos afirmar, que la relación del PANDAS con un episodio infeccioso previo es cierta, aunque no parece ser exclusiva del estreptococo.

Dr. Marcos Díaz Guillén

pediatra-neonatólogo

Santo Domingo

República Dominicana.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Sudar sangre o hematohidrosis


La hematohidrosis o sudor de sangre, puede ser también lágrimas de sangre, es un fenómeno raro, pero conocido por la ciencia médica, no es brujería, tampoco algo misterioso. Hace algunos años el prestigioso colega Dr. Félix Díaz Rancaño se sorprendió al ver en su consulta dos hermanitos, uno de los cuales sudaba algo que le pareció sangre. La madre, presente en ese momento, le refería que ella misma sudaba sangre algunas veces. Llevó el niño al laboratorio donde se le tomó una muestra y se determinó que realmente era sangre.

Hace un año, el Dr. Félix Cruz Jiminián publicó el caso de una joven atendida por él y otros médicos en su clínica, comprobando que sus lágrimas y sudor eran de sangre. Referencias a este caso fueron hechas por el Dr. Julio Amado Castaños, de la Plaza de la Salud y por el Dr. Rafael Isa, del Instituto Dermatológico de Santo Domingo, quienes dieron su opinión como especialistas. Hago estas menciones personales, para que el lector entienda que se trata de casos reales vividos en nuestro país.

Sudar sangre se ve un caso por cada ocho millones de personas y se produce en condiciones excepcionales. Se atribuye a estados muy intensos de estrés que provocan una congestión de los pequeños vasos sanguíneos en la membrana basal de la piel alrededor de las glándulas sudoríparas. La sangre se mezcla con el sudor y fluye como tal por la piel.

El miedo aterrador de una joven que se ve amenazada de violación, casos de reos condenados a muerte minutos antes de su ejecución, son ejemplos que encontramos en publicaciones que citan los mecanismos que desencadenan la hematohidrosis, aunque hasta el momento no se pueda hablar de una etiología clara y de un tratamiento efectivo.

“Jesús, entonces entró en agonía y oración con más insistencia, y su sudor se convirtió en grandes gotas de sangre que caían hasta el suelo” (Lucas 22, 44 ). Observación hecha por Lucas el único médico del grupo, refiriéndose al maestro cuando oraba en el huerto de Getsemaní previo a su ejecución.

Jesús estaba inmerso en una gran agonía, no tenía escapatoria. Estaba escrito, el mesías debía morir y Él lo sabía. Iba a sufrir el mayor de los horrores. En ese momento sabía que sería traicionado por Judas e incluso ya había anticipado a Pedro que lo negaría tres veces, peor aún, se sentía abandonado por el padre. No era solamente el dolor físico que sufriría lo que le atormentaba y lo que le provocó la hematohidrosis mientras oraba, era además, su terrible angustia. Porque siendo Dios, pudo haber llamado una legión de ángeles que le salvaran, sin embargo, debió elegir esa muerte, para ser obediente al plan de salvación. Se trataba de un Jesús Dios y hombre, por eso su sudor y lágrimas de sangre.

Dr. Marcos Díaz Guillén

pediatra-neonatólogo,

Santo Domingo,

República Dominicana.