miércoles, 24 de agosto de 2011

El amor no se divide, se multiplica

Una pregunta que frecuentemente se hacen las madres primerizas cuando deciden tener otro bebé es,
¿ Voy a querer al segundo niño como amo a éste ?. ¿Cómo voy a repartir todo el amor que hoy tengo
Por mi hijo ?. A esa joven madre hay que decirle, que el amor no se divide, se multiplica, que espere parir ese otro niño y se dará cuenta.
Y muchas veces no tiene que esperar al momento del parto, desde que su vientre comienza a crecer y desde que siente los primeros movimientos de su nueva criatura, se inicia un enamoramiento que en nada merma el amor por su primogénito.
Sin embargo, la realidad es, que cuando va a nacer el primer hijo, se producen tanto en la madre como en el padre, una serie de fantasías, sentimientos e ilusiones que nunca van a ser los mismos que cuando va a nacer un segundo o tercer niño. Y, es muy posible que las manifestaciones y expresiones en un caso y en otro sean distintas, pero la intensidad del amor siempre será la misma.
Por lo dicho, quiero compartir con los lectores, una anécdota que leí recientemente: “En un supermercado estaba una madre con su niño pequeño, un señor se le acercó sonriente y le dijo: La felicito, tiene usted un niño muy hermoso, se parece a uno de los míos. ¿Cuántos niños tiene usted? preguntó la joven señora, cuatro respondió satisfecho el caballero. ¿Cuatro?, yo no sabría cómo dividir el amor que le tengo a mi hijo entre otros tres. Tranquila señora, la vida le enseñará que el amor nunca se divide, que el amor se multiplica, esa es la riqueza del amor, que suma y multiplica, nunca resta o divide “.
En el amor no hay límites, en dar ni en recibir. Podemos cosechar los mejores frutos cuando en nuestras acciones hay amor, si somos solidarios y compartimos generosamente. La solidaridad es el amor con un compromiso social, ella, nos aleja de la violencia y nos acerca a la paz. Seamos solidarios ahora que el egoísmo, las desigualdades y la injusticia amenazan con destruir la sociedad y terminar con lo único que es capaz de unirnos: La familia. En la familia, si la cuidamos, hallaremos amor y solidaridad, y donde existen estas virtudes, habrá justicia y donde hay justicia, siempre habrá paz.

Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra - Neonatólogo
Santo Domingo, República Dominicana



miércoles, 17 de agosto de 2011

El ombligo: cicatriz, realidad y ficción


Del griego ónfalos y del latín umbilicus, el ombligo es la cicatriz que queda después de haberse cortado el cordón umbilical al niño recién nacido. A veces, es asiento de una hernia umbilical, que es un defecto congénito y que las madres atribuyen a que el cordón fue mal cortado. En esta cicatriz también puede aparecer un granuloma, que es un tejido cicatricial rojizo que se cura con sustancias cauterizantes y que tampoco guarda relación con el corte que se haya realizado. Si en el posparto el ombligo no se higieniza adecuadamente, puede infectarse y a través del mismo producirse una enfermedad muy severa en el niño conocida como septicemia.

Esta cicatriz, ha sido motivo de controversias en el sentido de saber si es racional representar a Adán y a Eva con ombligo, ya que según Las Escrituras, esta pareja no nació de un parto, sino por creación divina.  Actualmente, la mayoría de las jóvenes usan ropa que dejan ver el ombligo. Sin embargo, la exposición de esa parte del cuerpo de la mujer ha sido un tabú en muchas sociedades, ya que se ha considerado un estímulo visual erótico.  Hoy, al ombligo se le ha dado una connotación estética, decorándolo con prendas (piercing), y ha servido como excusa hasta para escribir obras como "El ombligo del mundo" de Ramón Pérez de Ayala o "Todos los ombligos son redondos" de Álvaro de Laiglesia.

Lejos de ser solo una cicatriz, el ombligo es el fetiche erótico por excelencia, el rey Salomón lo definió así: "Tu ombligo es un ánfora redonda donde no falta el vino". En la Grecia antigua Ónfale u Onfalia era la diosa del ombligo y para ellos, éste debía estar en el centro del cuerpo, entre el pecho y los genitales y era considerado el centro de la vida, de la existencia, del universo, dándole un gran significado y valor.
En 1543 Martín Lutero lo condenó al encierro y la oscuridad, y en 1922 en Hollywood se promulgó el “ código del pudor “ que prohibía a las actrices enseñar su ombligo ante las cámaras , porque era algo diabólico.

Afortunadamente ese tipo de censura quedó atrás y admirar un ombligo ya no es pecado. Muchas jóvenes japonesas en la actualidad se practican la cirugía llamada “Hesodashi “que cambia su ombligo redondo por otro rasgado para que parezca como el de Madonna. Y los cirujanos generales, tienen como referencia anatómica al ombligo cuando realizan la cirugía laparoscópica minimamente invasiva. Entonces, tenemos que admitir, que esa cicatriz, ese pequeño punto en la anatomía femenina, tiene su historia, cargada de una ficción que a través del tiempo ha alimentado el erotismo y fantasía de que es capaz el hombre.

Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra-Neonatólogo
Santo Domingo, República Dominicana



martes, 9 de agosto de 2011

El testículo que no ha descendido en bebés

En el ser humano, el descenso de los testículos desde la cavidad abdominal hasta las bolsas escrotales comienza en la octava semana de gestación y se completa al término del embarazo a las cuarenta semanas.  Cuando uno o ambos testículos se queda en el camino sin llegar a su destino, a esa anormalidad se le conoce con el nombre de Criptorquidia, del griego "kriptos" o escondido y "orchis" que significa testículo.

El escroto cumple la función de mantener los testículos alejados del abdomen, para que su temperatura sea menor que la del cuerpo.  Si el testículo que no ha descendido es dejado dentro del abdomen, se va a atrofiar y el individuo puede volverse estéril, además, en esas condiciones, se incrementarán las probabilidades de tumores malignos en ese testículo.  De ahí, que la criptorquidia deberá diagnosticarse temprano y resolverse entre los 12 y 24 meses de edad.

Un 5% de los niños a término pueden nacer con criptorquidia y corregirse solos alrededor de los seis meses de edad, y hasta un 30% de los prematuros también, estos, podrían autocorregirse unos meses más tarde. Sin embargo, la realidad es, que a la mayoría de los niños con esta anomalía se les practicará la orquidopexia que es como se llama la cirugía correctora, mientras que una minoría se van a corregir con tratamiento médico hormonal.

El termino criptorquidia incluye al testículo que permanece en el abdomen como aquel que podemos bajar manualmente hasta el escroto, pero que no permanece en éste una vez que lo hemos liberado. El testículo retráctil o tipo ascensor, es el que sube y baja en el canal inguinal, en éste caso, no se puede hablar de criptorquidia, ya que el testículo descenderá espontáneamente sin ningún tipo tratamiento. 

Las causas de la criptorquidia pueden ser hormonales, mecánicas o por malformaciones congénitas del feto.  Se desconoce si la corrección quirúrgica de la criptorquidia disminuye las probabilidades de que el testículo descendido se convierta en cáncer, sin embargo, tiene la ventaja, de que colocado en su sitio, se podrá examinar y dar seguimiento más facilmente.  En algunos casos y a pesar de todos los esfuerzos, no es posible encontrar el testículo escondido, entonces, se aconseja colocar una prótesis para prevenir problemas sicológicos en el paciente.  Cuando se trata de un solo testículo que no ha sido posible fijarlo quirúrgicamente en el escroto, se ha recomendado su extirpación, para evitar el cáncer probable, en el entendido de que el otro esté normalmente implantado.

Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra-Neonatólogo
Santo Domingo, República Dominicana



lunes, 1 de agosto de 2011

Cierre prematuro de las suturas craneales

Foto © paparutzi

Una madre me escribió preocupada porque a su niño le diagnosticaron una enfermedad llamada craneosinostosis, y además, le dijeron que debía ser operado.

La craneosinostosis es el cierre prematuro de una o más de las suturas del cráneo.  Las suturas, son una red de tejido fibroso que hay entre un hueso y otro de la cabeza.  Son éstas las que facilitan el moldeamiento de los huesos de la cabeza del feto, para que éste pueda salir por el canal del parto.  Las suturas le permiten al cráneo expandirse a medida que el cerebro del niño crece en el tiempo.

Si el cierre de las suturas es muy prematuro, el cráneo se convierte antes de tiempo en lo que deberá ser mas tarde, una bóveda rígida. Así, en el niño, el cráneo será una camisa de fuerza que impedirá el desarrollo normal del cerebro con serias secuelas neurológicas. De ahí que, en la mayoría de los casos,  la cirugía es una medida correcta y la realizará el neurocirujano, asistido por un anestesiólogo experimentado, y con un postquirúrgico donde se le brinde al niño las mayores garantías.

Dependiendo de cuál de las sutura sea la afectada o si es más de una, se va deformar la cabeza del niño y también su cara.  La causa de ésta enfermedad no está del todo clara, aunque se cree que la genética juega su papel, ya que se conocen una serie de síndromes como el de Crouzon, Alpert, Carpenter y otros, que son congénitos y que cursan con craneosinostosis.  Sin embargo, la mayoría de los casos que se diagnostican en la práctica pediátrica se ven en familias sin antecedentes de la enfermedad y los niños que la padecen son sanos y tienen una inteligencia normal.

Resumiendo, podemos afirmar que la mayoría de los casos de craneosinostosis deberán recibir un tratamiento quirúrgico pero que también existen formas leves en los que solo se puede apreciar una pequeña protuberancia o endurecimiento óseo el cual bajo observación podría no necesitar intervención quirúrgica.  Los niños con deformaciones obvias deberán ser operados lo antes posible, al igual que aquellos en los que se tenga la convicción de que van a empeorar, pues la preocupación fundamental siempre será que se produzca hipertensión intracraneal, y que el cerebro del niño no se pueda desarrollar en todo su potencial.

Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra-Neonatólogo
Santo Domingo, República Dominicana