lunes, 23 de febrero de 2015

Nuevas "Enfermedades Viejas"


 Al menos 121 nuevos casos de sarampión se han registrado desde el 1º de enero al 6 de febrero de 2015 en 17 Estados de la Unión Americana, y en el año 2014 hubo 644 casos confirmados por el Centro Nacional de Inmunizaciones y Enfermedades Respiratorias (NCIRD).  Es la mayor cantidad de casos registrados en ese país que, en el año 2000, había declarado la erradicación de esa enfermedad en su territorio.

Los casos recientes, son parte de un brote multi -statal originado en un parque de diversiones del Estado de California, muy visitado por personas adultas no vacunadas. No ha sido suficiente lo efectivo que es su programa de inmunización infantil, si los adultos no se vacunan, porque son estos, los que contagian al niño.

La tosferina, una enfermedad muy contagiosa que solo afecta a los humanos, fue erradicada en los países del primer mundo, gracias a sus eficientes programas de vacunación, para volver a reaparecer en esos mismos países por las mismas razones: adultos no vacunados, o padres confundidos que no vacunan sus hijos haciendo caso a grupos anti vacunas o a la publicación fraudulenta del doctor Andrew Wakefield en Inglaterra por el año 1998.

Debemos asegurarnos que todas las personas alrededor de un bebé recién nacido estén vacunadas: padres, hermanos, tíos, abuelos, por lo menos 15 días antes que el niño llegue a su nuevo hogar. 
La madre ya fue vacunada en el embarazo y con ello, protegerá a su bebé, pero si los demás no lo están, son una amenaza de contagio para ese niño.


La sociedad, los médicos, el Ministerio de Salud y todos, debemos cambiar hacia la nueva cultura de las inmunizaciones, reconociendo, que debe existir una cartilla de vacunación para el niño como para el adulto.  Este, deberá estar vacunado y reforzarse cada 10 años contra la Difteria, Tétano y Tosferina, contra la Varicela, y si la padeció, vacunarse contra el Herpes Zoster.  Cada año contra la gripe estacional o influenza. Contra el neumococo, responsable de muchas muertes en niños y envejecientes. Mujeres y hombres contra el Virus del Papiloma Humano y contra la Hepatitis A y la Hepatitis B.  Porque proteger al adulto es, proteger al niño, que es el receptor de las enfermedades que los adultos le transmitimos.


Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra-Neonatólogo
Santo Domingo, República Dominicana

martes, 17 de febrero de 2015

Vacuna Antineumocócica del Adulto



Conforme las directrices 2015 del Comité Asesor para la Práctica de Inmunizaciones (ACIP) de los EE.UU., los adultos sobre los 65 años de edad necesitan dos vacunas para estar mejor protegidos contra las infecciones producidas por el neumococo.

Estas nuevas recomendaciones se publicaron el 03 de febrero/2015 en la revista Annals of Internal Medicine. El ACIP que es un comité asesor en asuntos de vacunas de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de los EE.UU., recomienda que las personas mayores reciban la Prevnar 13 y la Pneumo 23 con distanciamiento de un año entre una y la otra, para una mayor protección. La primera protege contra 13 tipos de neumococos y la segunda contra 23 tipos de esa misma bacteria, responsable de la producción de neumonías, septicemias, meningitis etc.

Si deseamos vivir más tiempo y que nuestros padres y abuelos vivan mejor, debemos hacer cosas que están a nuestro alcance para que eso suceda. En esa etapa de la vida, las vacunas son importantes, porque sobre los 60 años de edad, es más común que existan otras condiciones o enfermedades crónicas que van a complicar a la persona que adquiera una neumonía.

Con el paso de los años nuestras defensas naturales tienden a disminuir. También es cierto, que los adultos mayores viven rodeados de sus nietos y otras personas jóvenes, circunstancias que aumentan las probabilidades de padecer enfermedades respiratorias. Es por ello, que además de hacer una alimentación sana, el envejeciente, necesita estar vacunado contra el neumococo que es el responsable de las neumonías, un problema de salud a nivel mundial. También sabemos, que cuando vacunamos a un adulto no solo lo protegemos  a él, sino también al niño que por alguna razón no se ha vacunado, por ese efecto conocido como “inmunidad de grupo” o “efecto rebaño”.

El niño visita regularmente a su pediatra que lo vacuna o recomienda su vacunación, con el adulto no pasa igual. Y si deseamos proteger a nuestra población envejeciente, debemos comenzar por vacunarlos a todos, teniendo muy presente aquellas personas con condiciones especiales: asmáticos, hipertensos, diabéticos, fumadores, alcohólicos, falcémicos, pacientes en quimioterapia o con implante coclear etc. Es algo que está a nuestro alcance si deseamos  proporcionarles una vejez más digna.


Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra-Neonatólogo
Santo Domingo, República Dominicana


lunes, 9 de febrero de 2015

Torsión Testicular

Normalmente los testículos en el hombre están fijos a las bolsas o escroto, pero,  en un 10% de los hombres no es así, quedando el testículo como flotando haciéndose más propenso a retorcerse. Cuando esto ocurre, también se retuerce el cordón espermático quedando interrumpido el flujo de sangre al testículo afectado. Otra causa puede ser golpes en la zona genital, una actividad física muy violenta, traumatismos repetidos sobre la zona, como pudiera suceder en las corridas a bicicleta etc. Es una condición que se da a cualquier edad, pero que es  más frecuente entre los 12 y 18 años, y siempre será una emergencia quirúrgica.

A veces, el cordón espermático puede torcerse y volver a enderezarse por sí solo, producir dolor y ese dolor desaparecer. En estos casos, también es conveniente visitar al urólogo, al cirujano o al pediatra, porque las probabilidades de una torsión en el futuro pueden ser altas.

Si las medidas correctivas se toman en las primeras seis horas de iniciados los síntomas, los resultados deberán ser satisfactorios. Y, como regla general se entiende que, se salvarán el 90% de los testículos afectados. Si se acude al cirujano alrededor de las doce horas a partir de las primeras manifestaciones, el porcentaje se reduce a un 50%, y, si se actúa después de las 24 horas, los resultados van a ser muy pobres, con la pérdida o extirpación del testículo. Por otra parte, es bueno saber, que con un solo testículo, la masculinidad y grado de fertilización del individuo deben permanecer normales, lo que no justifica la pérdida de tiempo.

Es una opción del cirujano si extirpó un testículo que se retorció y que no se acudió a tiempo, fijar el otro testículo sano a su escroto. Y, si reparó a tiempo el daño, deberá fijar ambos testículos a su escroto correspondiente. Son medidas para prevenir torsiones futuras. Una medida estética que agradecerá el joven al que se le extirpó un testículo es, que se le ponga una prótesis o testículo artificial en el saco que quedó vacío.

En conclusión: la inflamación o dolor de un testículo no puede verse como algo sin importancia. Los padres deben entrenar a sus hijos al respecto, porque en cualquier caso, si no se trata de una torsión testicular, podría tratarse de un tumor o cualquier otra enfermedad que diagnosticada a tiempo, su tratamiento va a ser más satisfactorio


Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra - neonatólogo
Santo Domingo, República Dominicana


lunes, 2 de febrero de 2015

Von Willebrand y Embarazo

La enfermedad de Von Willebrand es un trastorno de la coagulación de la sangre con una gran prevalencia en la mujer en edad fértil, por lo tanto, es la mayor causa de hemorragias de origen genético en la práctica de la ginecología y obstetricia. Esta condición hereditaria fue descrita por primera vez en el año 1926 por el doctor finlandés Erich Von Willebrand que le dio su nombre. No es lo mismo que hemofilia que es otro trastorno genético hereditario de la coagulación que lo transmite la madre a su hijo varón que es quien la padece.  

El factor Von Willebrand (FVW) es una proteína que se sintetiza y almacena en las células del endotelio de los vasos sanguíneos y en los megacariocitos que son las células que dan origen a las plaquetas. Todo ello, es parte de ese entramado que conocemos como coagulación de la sangre. Y, ¿cuál es la función del FVW?, tiene tres funciones fundamentales: Unir o adherir las plaquetas al endotelio de los vasos sanguíneos que están sangrando, adherir las plaquetas entre sí, y, facilitar el transporte del factor VIII de la coagulación. Es por ello, que pacientes con hemorragias por deficiencia del FVW, en ocasiones también hay que transfundirles ese otro factor.

La incidencia de hemorragias inmediatamente después del parto por déficit del FVW alcanzan hasta un 19%, en los casos de hemorragias posparto tardías llegan hasta un 28%. Y, un 20% de de las metrorragias o menstruaciones prolongadas en mujeres jóvenes se deben a ésta condición. Muchos casos de sangrados espontáneos de las encías o de la nariz (epistaxis) tienen su explicación en la deficiencia de éste factor de la coagulación.

La enfermedad de Von Willebrand en su presentación más severa (tipo 3) es relativamente fácil de diagnosticar, sin embargo, en sus manifestaciones más leves (tipo 1), puede existir una gran variabilidad en su expresión clínica y analítica. El historial de la paciente es muy importante y es la mejor pista para sospechar su existencia. Las mujeres con este trastorno de la coagulación, que no es infrecuente, deben tener un seguimiento y evaluación con la participación de un equipo multidisciplinario para llegar al diagnóstico y a un tratamiento eficaz. No hacerlo, puede poner en riesgo la vida de cualquier mujer joven al parir o ser intervenida quirúrgicamente.
Fuente: Datos y cifras tomados de la Revista Colombiana de Obstetricia y Ginecología. Vol. 61 No. 2, Bogotá abril-junio/2010. Franklin J. Espitia – De la Hoz, M.D.

Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo, República Dominicana