lunes, 26 de mayo de 2014

Ecología de las Enfermedades

La mayoría de las enfermedades de las últimas cuatro décadas, entre ellas el sida, el virus del Ébola, el virus del Nilo Occidental y el síndrome respiratorio del Oriente Medio, se han producido a consecuencia de la incursión del hombre en los distintos ecosistemas vírgenes o en estado salvaje. Por lo tanto, muchas de las enfermedades que nos afectan, deben ser consideradas como un problema medioambiental.

Veterinarios, biólogos y otros expertos están estudiando lo que se ha dado a conocer como “Ecología de las Enfermedades”. Es un proyecto que intenta dilucidar en base al estudio de cómo el hombre altera el territorio en el que vive, la aparición de nuevas enfermedades. Están recogiendo muestras biológicas de sangre, saliva y otros fluidos de distintas especies de animales salvajes para crear un “Archivo de Virus”, para cuando aparezca un brote infeccioso nuevo, poder identificar su causa más rapidamente.

Por millones de años un tipo de murciélago ha sido portador del virus henipah en el sur de Asia, y lo más que le ocasiona este virus a su huésped es un resfriado común. Pero, una vez que el virus abandona su especie portadora y pasa a la especie humana, puede ser potencialmente mortal.

El VIH, el virus que produce el sida, comenzó a expandirse desde los comienzos del siglo XX a propósito de la colonización europea de África. La explotación de los recursos naturales en zonas remotas del continente africano despertó un monstruo que había permanecido latente durante milenios.

El virus del Nilo Occidental llegó a los EE.UU. procedente de África y prosperó en América, porque se adaptó perfectamente a una especie de pájaro local, el Petirrojo Americano que abunda en las zonas rurales y jardines de Norte América. Dicho virus, tiene preferencia por ese animal. Y, si a todo lo dicho le sumamos el tráfico humano por barcos y aviones, y el tráfico de especies salvajes de un continente a otro, las probabilidades de un estallido infeccioso  de enormes proporciones en cualquier lugar del mundo, son realmente muy altas.

Los expertos afirman, que la clave para prevenir la siguiente pandemia radica en comprender lo que ellos llaman el “Efecto Protector” de dejar la naturaleza intacta. Que el hombre proteja su medio ambiente y la naturaleza que le rodea. Que proteja a los animales, respetando sus derechos, su dignidad y su habitat. Pero, si es tan difícil  que los hombres nos respetemos unos a otros, ¿qué se puede esperar?

Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana

lunes, 19 de mayo de 2014

Síndrome Respiratorio del Oriente Medio (SROM)

Este síndrome, conocido en la literatura anglosajona como Middle East Respiratory Syndrome (MERS-CoV), es una enfermedad producida por un virus del género coronavirus, llamado así, por presentar unas puntas en forma de corona en su superficie, y, que se identificó por primera vez en el año 2012 en Arabia Saudita. Se presenta en el ser humano como una enfermedad respiratoria aguda y grave caracterizada por fiebre, tos, dificultad respiratoria, neumonía y afectación renal, con una alta mortalidad que va del 30 al 50 por ciento.

Es un virus diferente al coronavirus que causó el Síndrome Agudo Respiratorio Severo (SARS) de los años 2002-2003. Sin embargo, al igual que éste, el SROM o MERS-CoV es muy parecido a los Coronavirus detectados en los murciélagos.

Una investigación reciente realizada por virólogos de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena, Austria, han confirmado, que los camellos pueden transmitir el Síndrome Respiratorio del Oriente Medio a las personas. La investigación publicada en la revista Eurosurveillance demostró, que las cargas virales eran especialmente altas en la conjuntiva ocular y la nariz de los camellos. Y las personas, tienen probabilidades más altas de contagiarse, si se ponen en contacto con los camellos sobre todo con sus secreciones nasales. Hasta hoy, se han confirmado 401 casos de SROM todos en los países de la península arábica, de los que han fallecido más de cien. Hace una semana, autoridades de los EE.UU. anunciaron el primer caso de SROM en ese país. Se trata de un profesional de la salud, que trabaja en Arabia Saudí y que en la actualidad se encuentra en cuarentena recuperándose de la enfermedad en un hospital de Indiana. En estos momentos se está debatiendo si se debe vacunar a los camellos contra este virus como una manera de detener este peligroso mal. Pero, no existe vacuna o tratamiento específico, según comentan los expertos de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de los EE.UU.

El virus del Ébola, el Chikungunya, y muchos otros virus que estaban limitados al continente africano, se están expandiendo vertiginosamente a otros territorios en epidemias de grandes proporciones. ¿Qué está pasando?, ¿Estamos siendo invadidos por los virus? Sin ninguna evidencia científica y quizás entrando en el terreno de la especulación, me da por pensar que los animales: aves, murciélagos, cerdos, camellos, gatos, perros, conejos y monos etc, seres que la creación ha colocado en nuestro planeta para compartirlo y vivirlo en armonía; se están revelando contra el hombre que por milenios los ha irrespetado y explotado, haciendo con ellos experimentos crueles en nombre de la ciencia, violentando su habitat natural y su dignidad.

Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana

lunes, 12 de mayo de 2014

Ántrax, Bioterrorismo y Pediatría

El Ántrax o Carbunco es producido por el Bacilo Anthrasis, que causa una infección aguda en animales y en el ser humano. La infección puede manifestarse en la piel, a nivel gastrointestinal y, en el aparato respiratorio, que es la forma más grave. En la piel produce una lesión necrótica y negra como el carbón de donde deriva el nombre Carbunco.

Después de los ataques terroristas a los EE.UU. la posibilidad de un golpe de terror con material biológico ha cobrado cada día más interés, y es motivo de gran preocupación en muchos países. Sin embargo, el uso de éste tipo de arma mortal es muy viejo. Ya en 1346 los Tártaros usaban sus catapultas para lanzar cadáveres infectados sobre las murallas de Kaffea en Etiopía, y, la historia recuerda al general británico Geoffrey quien entregó a una tribu de indios norteamericanos mantas infectadas con viruela.

El material biológico como arma es de fácil manejo y basta con pequeñas cantidades de estos agentes para que sean efectivos por su rápida propagación. Las esporas de ántrax se pueden producir con facilidad y guardarse almacenadas en seco y de forma viable por décadas; se dispersan rapidamente por el aire  para ser inhaladas con facilidad por animales y personas. Estas armas biológicas las poseen al menos 10 países. Y, si una bomba atómica de 12.5 kilotones que se haga explotar sobre una gran ciudad puede matar a 80 mil personas,  100 kilogramos de esporas de ántrax podrían matar entre 1-3 millones.

Los pediatras deben estar informados y preparados para minimizar las enfermedades y las muertes ante el evento de una liberación terrorista del ántrax, porque los niños podrían necesitar un tratamiento distinto al de los adultos, según un informe de la Academia Americana de Pediatría y los Centros de Control de Enfermedades, divulgado online el pasado 28 de abril/2014 en la revista Pediatrics.

“El ántrax, puede provocar miles de infecciones con una tasa muy alta de muertes si no se reconoce y trata a tiempo, y las autoridades sanitarias deben proveer antibióticos suficientes para los niños expuestos al ántrax ante un ataque terrorista. Si se administran los antibióticos dentro de las 72 horas de la exposición, se puede prevenir la enfermedad y la muerte”, explicaron los expertos. “Los pediatras, además de tratar a los niños, tienen el rol importante de ayudar a los padres a comprender y cumplir el tratamiento, que suele ser bastante largo”.

Con éste escrito no se desea alarmar a nadie, pero es algo que hay que tener en cuenta. Porque si bien nuestro país no es un objetivo para ese tipo de ataques, lo cierto es, que son miles los dominicanos que viven en las grandes ciudades de los EE. UU y Europa para quienes este mensaje podría tener algún sentido.

Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana