miércoles, 30 de marzo de 2011

Helicobacter Pylori: Una bacteria que acecha desde la infancia

helicobacter pylori


El helicobacter pylori es una bacteria en forma de espiral, de ahí su nombre, que vive exclusivamente en el estómago del ser humano y es el único microorganismo conocido que ha sido capaz de adaptarse y sobrevivir en un medio tan acido. La medicina en sentido general, dio un gran salto de avance cuando se relacionó la gastritis, la ulcera y el cáncer gástricos a la presencia de una bacteria y no al estrés o las comidas picantes y condimentadas como se creía.

Se estima que el 50% de la población mundial está infectada por ésta bacteria. Sin embargo, en los países desarrollados su presencia ha disminuido drásticamente, mientras que en los llamados países en vía de desarrollo la infección llega a cifras muy altas, cercanas al 80%.

Un aspecto a tomar muy en cuenta, es que la infección por helicobacter pylori suele ocurrir en la infancia y se caracteriza por: dolor abdominal recurrente, nauseas y malestar general, aunque también se sabe que hasta un 50% de los casos pueden cursar sin síntomas. Una vez que la bacteria coloniza el aparato gastrointestinal de la persona, puede producir una gastritis superficial crónica la que con el paso de los años, a veces décadas, degenera en ulcera o carcinoma gástrico. Es decir, que lo que vemos en el adulto, puede muy bien ser el resultado de la infección adquirida en la niñez.

La eliminación de la infección a gran escala va a depender de la prevención de su transmisión que aún no está del todo clara, se cree que se transmite de persona a persona vía oral-oral ó fecal-oral. Sin embargo, se requerirá de más conocimientos sobre su modo de transmisión particularmente en los niños y del desarrollo en el futuro de vacunas preventivas. De lo que no hay duda es que el único factor de riesgo bien identificado para adquirir la enfermedad, es haber vivido en un ambiente de pobreza en la niñez.

Todo paciente en el que se sospeche infección por helicobacter pylori deberá ser investigado, diagnosticado y tratado con los protocolos ya establecidos para cada caso, pues el objetivo es erradicar la bacteria. Al hacerlo, se le estaría evitando a la persona serios problemas de salud en el futuro. Sin embargo, el mejor tratamiento será aquel que logre unas mejores condiciones de vida, mejores condiciones sanitarias, de educación y un mayor desarrollo integral para la población.


Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra - Neonatólogo
Santo Domingo - República Dominicana



lunes, 14 de marzo de 2011

Hormona de crecimiento: Uso y abuso

La hormona de crecimiento humana es una proteína compuesta por 191 aminoácidos y es producida por la hipófisis, una glándula situada en el centro del cerebro. Su uso se limitó por muchos años a niños con déficit de dicha hormona y retraso de su crecimiento, pero en la actualidad, se aplica indiscriminadamente a personas sanas.

Hay dos formas de conseguir el aumento de sus niveles en sangre, la inyección de la hormona o la ingesta oral de productos capaces de inducir su liberación por la hipófisis. Hasta mediados de la década de los ochenta, la única manera de producir la hormona de crecimiento era obtenerla de hipófisis de cadáveres pero cayó en desuso por complicaciones y muertes asociadas a su administración. Actualmente, dicha hormona, está disponible en el mercado una hormona sintética humana obtenida por ingeniería genética del ADN.

Atletas de alta competición usan aminoácidos bajo la forma de preparados comerciales para estimular la síntesis de la hormona de crecimiento por la hipófisis. Estos competidores o atletas sanos se enfrentan a serios problemas médicos, uno de ellos es la acromegalia que consiste en el crecimiento anormal de manos, cara y pies que es un trastorno irreversible asociado a su uso. Si bien en muchos casos no aparece la acromegalia como tal, en estos individuos se aprecia una modificación de su fisionomía por aumento de la densidad ósea en esas áreas.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios considera que “existe un uso abusivo de la hormona de crecimiento en personas sanas, sobre todo con fines no autorizados y perjudiciales para la salud como aumentar el rendimiento físico y retardar o prevenir el envejecimiento”.

La hormona está autorizada para el tratamiento de enfermedades ligadas a un déficit de la misma o para pacientes con retraso del crecimiento donde se ha demostrado que es eficaz y segura. En ese sentido dicha agencia señala además que "en las situaciones clínicas para la que está autorizada, el beneficio que se obtiene con su aplicación supera ampliamente sus riesgos potenciales y la relación beneficio-riesgo de su uso es claramente favorable. Es científicamente incorrecto suponer que personas con niveles normales de hormona de crecimiento se vayan a beneficiar con la administración de la misma."

Es irracional y la población debe estar advertida que inyectar esta hormona a personas sanas sin haberle diagnosticado un déficit es exponerse alegremente a la retención de líquido, diabetes, trastorno de la tiroides, aumento de la presión intracraneal y a favorecer el desarrollo de tumores.

Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra - Neonatólogo
Santo Domingo - República Dominicana