jueves, 11 de enero de 2024

EPIDEMIAS Y PANDEMIAS: SUFICIENTE EXPERIENCIA

 

Desde tiempos inmemoriales la humanidad ha sufrido epidemias y pandemias.  Actualmente, el mundo, y nosotros como parte de ese mundo, pienso que debimos haber aprendido y acumulado suficiente experiencia para enfrentar los retos que en el futuro inevitablemente se nos van a presentar.

 

Es oportuno aprovechar los primeros días del año 2024 para recordar los daños que produjo en la humanidad la COVID-19 con millones de muertes y sus secuelas que a largo plazo aún padecemos. Y reflexionar sobre las enseñanzas aprendidas no solo con el SARS-Cov-2, sino también con la Chikungunya y el Zika y las amenazas de los virus respiratorios propios de la temporada como es el Virus Sincitial Respiratorio, la Gripe o Influenza estacional de invierno y la amenaza que pudiera representar la aparición de un virus X o desconocido como lo han sugerido los expertos de la OMS.

 

Respecto de la gripe o influenza recordemos:

 

- Que cada año se producen unos mil millones de casos de gripe en el mundo y que entre tres y cinco millones son casos graves.

- Que la gripe causa entre 290, 000 y 650, 000 muertes respiratorias cada año.

- Que el 99% de las muertes de niños menores de 5 años con infecciones respiratorias relacionadas con la gripe se producen en los países en vías de desarrollo.

- Que los síntomas comienzan entre el primero y cuarto día después del contagio, que la mayoría de los casos curan solos en unos 8 días, pero que se puede agravar y llevar a la muerte a: niños menores, adultos mayores, personas que padezcan alguna enfermedad crónica y en los no vacunados.

- Que la Vacuna debe ponerse preferiblemente entre octubre y noviembre de cada año, antes que comience la estación de invierno, pero que, si por alguna razón no se pudo vacunar en ese tiempo, puede hacerlo en cualquier otro momento en el que se disponga de la vacuna.

 

Ante la advertencia de los expertos y con la experiencia acumulada, la población debe estar vigilante y volver en el momento que las circunstancias lo ameriten, al lavado frecuente de las manos, a la mascarilla y evitar las aglomeraciones. Que las autoridades de Salud Pública mantengan y fortalezcan el sistema de vigilancia epidemiológica. Y que tanto la gente como las autoridades estemos conscientes de que las vacunas son la más importante medida de prevención de enfermedades prevenibles por vacunas. Que debemos completar el esquema de vacunación en niños y adultos; y que todas las vacuna aprobadas y reconocidas como eficaces y seguras deberían estar disponibles en los distintos centros de vacunación del país. 

Marcos Díaz Guillén

pediatra-neonatólogo

Santo Domingo

República Dominicana. 

 

 

lunes, 1 de enero de 2024

EL NIÑO EN LA NAVIDAD Y EN EL MUNDO DE HOY

 

“Se ha convenido que niño(a) es todo ser humano menor de 18 años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad”. Son lactantes los menores de 12 meses y niños pequeños los menores de 5 años. Los pre escolares están entre los 2 y 5 años y los escolares entre los 6 y 11 años, y adolescente es, todo joven que está entre los 10 y 19 años. Etapa que se divide a su vez, en adolescencia temprana que está entre los 12 y 14 años y la tardía entre los 15 y 19 años. Este conglomerado de niños, niñas y adolescentes suman en el mundo más de 1, 500 millones de personas.

 

En nuestra cultura, el 25 de diciembre, millones de esos niños esperan el nacimiento del niño Jesús de Belén, fiesta que celebra la iglesia católica, algunas comunidades protestantes y la mayoría de las iglesias ortodoxas. Esperan, porque van a recibir regalos. Sin embargo, en el mundo de hoy les estamos regalando destrucción, guerra, odio, pobreza, muerte, traumas y orfandad. Producto de la ambición y el egoísmo, les estamos quitando la oportunidad de ser niños y adultos felices, que es nuestra vocación innata. Porque ¿Quién ha visto a un niño(a) nacer triste, depresivo, egoísta o deshonesto? El niño nace con la vocación de ser una persona feliz y somos los adultos los que nos encargamos de torcerle ese destino.

 

Enderecemos su destino en esta navidad y démosle EXPERIENCIAS como regalo. No hagamos esfuerzos extraordinarios para darle muchos juguetes, porque es probable que el niño se decida por acomodarse en un rincón a jugar con el objeto más insignificante. Porque menos juguetes, lleva a un mayor intercambio y cooperación, y demasiados juguetes, fomenta el juego solitario y causa un sentido de carga improductiva.

 

Regalemos a nuestros niños en esta navidad, en el día de los Reyes Magos y los demás días del año la experiencia de un paseo en bicicleta, caminar juntos en el parque o en la playa, compartir un deporte, volar chichigua, preparar el desayuno y poner la mesa algún domingo, hacer senderismo y conocer algunos pueblos. Infundámosles el amor por la vida en todas sus manifestaciones y el respeto a los demás y al medio ambiente; y les habremos regalado las herramientas para que siempre tengan: UNA FELIZ NAVIDAD.  

Marcos Díaz Guillén

pediatra-neonatólogo

Santo Domingo

República Dominicana.