lunes, 25 de septiembre de 2023

ENFERMEDAD CARDIACA EN JÓVENES Y LAS VACUNAS COVID-19

 

Recientemente, los cardiólogos dominicanos llamaron la atención respecto del incremento de enfermedades y muertes de origen cardiaco en jóvenes. De inmediato surgieron opiniones de personas desconocedoras de las ciencias médicas afirmando que el incremento de esas enfermedades en esa población se debía a las vacunas usadas contra Covid-19.

 

 Los cardiólogos tienen razón, porque hay más casos de enfermedades cardiacas y muertes súbitas en jóvenes en todo el mundo, probablemente por los malos hábitos en la alimentación, algunas adicciones, la vida sedentaria y la poca prevención que se hace.

 

  Los pediatras fomentamos la prevención de enfermedades y sus secuelas en niños y jóvenes educando a los padres respecto de su responsabilidad de vacunarlos. Y con las enfermedades cardiacas por igual. Antes del niño(a) cumplir su primer año de vida, le pedimos una evaluación cardiovascular completa, que la realizada un especialista en cardiología infantil que además del examen físico y la historia clínica, le hace un electrocardiograma para conocer la conductividad eléctrica del corazón del niño; y un ecocardiograma para ver la estructura de su corazón (musculo, cavidades, tabiques, septums, vasos etc.). Porque existen condiciones cardiacas congénitas que dan muy poco o ningún síntoma; y solo cuando el niño inicia algún ejercicio o deporte que demanda más oxígeno, es que se manifiestan con un síncope y a veces con una muerte súbita.

 

 En otro orden, las vacunas como productos biológicos que son o como cualquier droga que se inyecte a una persona, pueden producir algunos efectos no deseados que, en rarísimas ocasiones pudieran ser graves. La comunidad médica mundial lo sabe y ha sido la primera en divulgarlo.

 

Es cierto que con las vacunas Pfizer y Moderna ARNm algunos jóvenes principalmente masculinos días después de recibir una segunda dosis han desarrollado pericarditis y miocarditis, que son procesos inflamatorios del corazón. Eso ha sido difundido en múltiples publicaciones y congresos médicos. Sin embargo, a pesar de ello, todas las organizaciones médicas reconocidas a nivel internacional recomiendan vacunar a todas las personas a partir de los 6 meses de edad contra la Covid-19 y las nuevas variantes del virus que produce esta enfermedad. Porque la poco probable miocarditis que pudiera producir la vacuna es mucho más benigna y cede mucho más rápidamente al tratamiento que la miocarditis que produce el virus SARS-Cov-2. Sin enumerar las secuelas motoras, cognitivas, visuales, auditivas, renales, neurológicas, psicológicas y emocionales que vemos en los pacientes no vacunados que hoy padecen un COVID-prolongado.

Marcos Díaz Guillén

pediatra-neonatólogo

Santo Domingo

República Dominicana.

 

 

miércoles, 13 de septiembre de 2023

EMBARAZO, LACTANCIA Y ALCOHOL

 

El 9 de septiembre, que es el mes 9 del año, como 9 son los meses del embarazo en la especie humana, se celebra el día mundial del Síndrome Alcohólico Fetal (SAF). Que es un llamado a la población general, a los médicos y a la mujer que planifica quedar embarazada, la que se embarazó o que está amamantando, para evitar los daños que el alcohol puede producir en sus hijos.

 

Los niños con el SAF presentan características faciales anormales, retraso del crecimiento, trastornos del aprendizaje, de la memoria, de la comunicación, de la visión y la audición. Algunas de estas características podrían no estar presentes, pero lo que nunca va a faltar es: EL RETRASO MENTAL. Porque el alcohol afecta de manera especial al cerebro del ser humano en desarrollo. 

 

Como al día de hoy no sabemos cuál es la dosis de alcohol que va a afectar al cerebro del niño, la recomendación es: cero alcohol durante el embarazo y la lactancia.

 

 Es evidente, que el consumo de alcohol en estos tiempos comienza muy temprano en la adolescencia. Que las niñas están tomando igual cantidad de alcohol que los varones. Que el embarazo en las adolescentes es casi una epidemia y que cerca del 50% de los embarazos en sentido general no son planificados. Un riesgo real para una población de niños que pueden llegar a este mundo con la carga del Síndrome Alcohólico Fetal. Ante esta realidad ¿cuál podría ser el futuro de nuestra sociedad si no educamos a nuestros hijos en el hogar, la escuela y el colegio? Si no los alejamos de tanta propaganda engañosa y carente de contenido. Si no los enseñamos con el ejemplo.

 

El SAF fue descrito en 1973 por Kenneth Lyons y David W. Smith de la Universidad del Estado de Washington en Seattle, pero ya en 1968 Paul Lemoine en Francia había publicado el caso de niños de madres alcohólicas que nacían con características faciales anormales. Esos descubrimientos fueron confirmados en 1979 por un grupo de investigadores en Gothenburg, Suecia, y la aceptación de la comunidad médica mundial de que el SAF es una condición médica grave, pero que se puede prevenir. Entonces, nos surge una inquietud: ¿Qué está pasando con la sociedad global actual que es tan indiferente, que no asume su responsabilidad ante la evidencia científica y ante condiciones como el SAF y otras condiciones o enfermedades cuyo control y prevención está al alcance de todos?  Lo dejo a modo de reflexión y sugerencia para algún estudio sociológico.

Marcos Díaz Guillén

Pediatra-neonatólogo

Santo Domingo

República Dominicana.