lunes, 25 de febrero de 2013

Dengue: Nuevos Criterios y Valoración


El dengue, es una enfermedad endémica en nuestro medio, y lo seguirá siendo, hasta que las condiciones socioeconómicas de nuestro país no mejoren. Y, hasta que el ciudadano entienda que debemos dejar de ser criadores de mosquitos. Y para ello, no hay que mejorar demasiado, bastaría, con que seamos un poquito más cuidadosos con nuestra salud y la de nuestros hijos.

En el segundo semestre del año 2012, los pediatras estuvimos viendo decenas de niños con dengue a nivel privado y centenares a nivel público. Estábamos ante una epidemia que ya parece estar mermando, sin que signifique que debamos bajar la guardia. Muchas de nuestras madres se alarman con éste diagnóstico y cuando se les dice que no hay necesidad de un internamiento. Pero doctor, “fíjese que las plaquetas le están bajando”. La tranquilidad les llega cuando se les informa que se trata de un “dengue clásico y no hemorrágico”.

La nueva valoración y criterios son: Que ya no se debe hablar de dengue clásico y dengue hemorrágico, sino de dengue sin signos de alarma y dengue con signos de alarma. Y, aunque las plaquetas estén muy bajas, no es correcto transfundir plaquetas. En todo caso, si se produjera una hemorragia que justifique una transfusión, habría que transfundir sangre y con ello reponer el plasma y todos los elementos que se están perdiendo. El descenso de las plaquetas per sé, no  es necesariamente un criterio para internamiento.

El niño con dengue sin signos de alarma se manejará ambulatoriamente y comunicación telefónica de la madre con el pediatra y alguna que otra visita de seguimiento. El niño con dengue y signos de alarma sí debe ser internado y vigilado muy de cerca, porque puede terminar en un shock por dengue o en un tercer estadio de daños severos en órganos vitales y muerte. ¿Cuáles son los signos de alarma en un paciente con dengue?: Dolor abdominal, vómitos repetidos, acumulación de líquido que se puede ver por sonografía o rayos X en el abdomen, sangrado en cualquier zona del cuerpo, hígado aumentado de tamaño, aumento del hematocrito con una caída brusca de las plaquetas y deterioro del estado clínico del paciente. Demás está decir, que no es necesario confirmar el diagnóstico en el laboratorio, para iniciar el manejo de todo paciente con dengue clínico y uno o más signos de alarma.

Resumiendo, podemos decir, que existen tres tipos de dengue: El dengue SIN SIGNOS DE ALARMA que puede ser tratado ambulatoriamente, El DENGUE CON SIGNOS DE ALARMA que sí debe ser ingresado y tratado a tiempo para evitar el shock por dengue, y un tercer estadio o DENGUE SEVERO  que afecta a órganos vitales y que casi siempre termina en la muerte. Recordar, que el solo descenso de las plaquetas per sé, no debe ser considerado como un signo de alarma.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo,
Santo Domingo,
República Dominicana




viernes, 15 de febrero de 2013

Baby Blues y Depresión Posparto


Se estima que el 70-80% de las madres primerizas en los primeros días después del parto, experimentan una sensación de tristeza o melancolía que la cultura anglosajona ha dado a conocer como Baby-blues. Su etiología no está del todo clara, pero se asume, que es debido a los cambios hormonales que se producen durante el embarazo y los que aparecen una vez se ha producido el parto. Estos eventos, producen alteración bioquímica en el cerebro de la recién parida que la hacen manifestarse de esa manera, pero que son normales, de corta duración y que desaparecen en pocos días.

La depresión posparto en la mujer (puede aparecer en el hombre, aunque en una proporción muy pequeña), es una entidad distinta, y aunque parece tener causas parecidas al Baby-blues, es más grave, necesita ayuda profesional,  soporte de la pareja y de toda la familia, y  sus consecuencias pudieran ser muy serias. Aparece generalmente dos o tres meses después del parto y algunas de sus manifestaciones pueden ser: dificultad para dormir, llanto y tristeza permanentes, pérdida de interés por las actividades que antes le eran agradables, pérdida del apetito, dolor de cabeza, sentimientos de culpa, fatiga, cansancio , episodios de pánico y pensamientos suicidas. Algunos factores de riesgo son: Depresión previa en ella, problemas en el matrimonio, historia de depresión y/o bipolaridad en otros miembros de la familia, estrés financiero, embarazo no deseado, madre soltera etc.

Ante un escenario de depresión posparto, el pediatra es uno de los profesionales llamado a jugar un papel de primer orden. Es la persona que hace mejores vínculos con la madre, ya que ella lo visitará regularmente durante el primer año de vida de su bebé en visitas programadas. Es muy importante que el pediatra en esas consultas rutinarias, además de examinar al bebé, haga un buen interrogatorio sobre el niño y su medio ambiente, sobre la relación madre-padre-niño etc. Y, ante uno o más síntomas maternos que nos hagan sospechar depresión posparto, comunicarlo de inmediato al médico de la paciente, al esposo o compañero y a cualquier otro familiar en capacidad de poder ayudar. Se buscará la ayuda profesional necesaria y a tiempo, para poner fin a la situación y evitar que la enfermedad se vuelva crónica y pueda producir secuelas indeseables a toda la familia.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo,
República Dominicana

jueves, 7 de febrero de 2013

Ortoréxia: Una Enfermedad de la Modernidad


En la anorexia la preocupación es, no comer para no engordar, mientras que en la ortoréxia lo que preocupa es, la calidad de lo que se va a comer para no enfermar. Según afirmara Isabel Zamarrón del Dpto. de nutrición del hospital Ramón y Cajal de Madrid, en España, se conocieron los primeros casos de Ortoréxia en el año 2003. Del griego orto que significa recto o correcto y orexis o apetito, es decir, “apetito correcto”, es el consumo de productos saludables, orgánicos y ecológicos, que en la sociedad occidental y en sus estratos más altos, se está convirtiendo en una enfermedad obsesivo-compulsiva. Esta patología de nuevo cuño, nacida del consumo exclusivo de alimentos naturales, puros y dietéticos, fue bautizada hace solo algunos años con el nombre de “ortorexia”por el médico norteamericano Steven Bratman.

¿Dedica usted demasiado tiempo a la confección de su dieta?, ¿gasta dinero en exceso comprando productos ecológicos u orgánicos?, ¿presta usted más atención a la calidad de lo que ingiere que al simple placer de comer?, ¿se siente usted infeliz y culpable cuando falta a sus convicciones dietéticas?, ¿se aisla usted socialmente, es decir, rechaza invitaciones por ser fiel a sus convicciones alimentarias?.Si es así, es posible que esté padeciendo de éste nuevo síndrome. La doctora Zamarrón explica,” que la persona ortoréxica, busca una “pureza” que no existe en la naturaleza, desprecia los medicamentos y son devotos de los remedios naturales”.

Pienso que todos debemos preocuparnos por hacer una alimentación sana y saludable, pero cuando esa preocupación se convierte en obsesión, entonces debemos hacer un alto y preguntarnos, ¿me estoy pasando de la raya?, ¿ es mi actitud del todo normal?. En ésta columna, publiqué hace dos o tres semanas un artículo titulado “Comida Chatarra para Bebés”. Se trata de padres que ofrecen a sus hijos comidas no saludables, sodas y colas, gelatinas, productos vacíos, con azúcar y sal en exceso, es lo opuesto a aquellos padres que se preocupan por hacer hábitos alimenticios sanos en ellos y en sus hijos. ¿Pero, tiene sentido impedirle a su hijo que vaya al cumpleaños de su amigo, porque allí pudiera comerse un helado o alguna que otra golosina?. Pienso que no.

Vuelvo a repetir, que es un asunto de equilibrio y sentido común, entiendo que podemos comer de todo sin excesos, creo que debemos fomentar hábitos sanos en nosotros y en nuestros hijos, que debemos evitar el sedentarismo y alimentarnos lo más natural posible, que debemos evitar las grasas animales saturadas etc., Y, nunca olvidar una palabra que para mí es la clave del buen comer y del buen vivir: MODERACIÓN.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo,
República Dominicana


martes, 5 de febrero de 2013

El Deportista y el Empresario


En columnas anteriores he comentado de los beneficios que sobre el organismo y el cerebro humanos producen el ejercicio y los deportes. Hoy quiero hablar de algo que pude observar en la Universidad de Seattle en el Estado de Washington, cuando asistí a un acto de presentación de proyectos de los jóvenes que terminaban sus maestrías.

En ese escenario observé a empresarios o a sus representantes, tomar nota de cada una de las presentaciones para luego hacer ofertas de trabajo o hacer sus inversiones en algunos de esos proyectos. Llamó mucho mi atención, saber más adelante, que dichos observadores, prefirieron acercarse a los jóvenes que además de ser buenos profesionales, pertenecieron a alguna de las distintas disciplinas deportivas en la universidad.

¿Por qué? Porque el profesional que ha sido parte de un equipo de alta competición, está en la capacidad de responder más adecuadamente a las situaciones de de presión y estrés que se le van a presentar en el día a día en la empresa. En el deporte competitivo el individuo pone en juego el aspecto físico, mental y cognitivo, y, durante la competición, tiene que decidir en cuestión de segundos y con la presión del adversario la acción más eficaz para poder salir ganancioso. El empresario, se enfrenta a situaciones cambiantes en el mundo competitivo de los negocios y debe estar preparado para asimilar todo tipo de presiones como lo hace un atleta. De ahí, que el deporte y los estudios van de la mano para la formación de un profesional con mejores oportunidades de éxito. El ejercicio y el deporte son un límite en el proceso de envejecimiento, y te ayudan además, a liberar  endorfinas, sustancias que producen en la persona una sensación de bienestar y placer. Y, el profesional o empresario con estos elementos a su favor, tendrá mayores posibilidades de éxito.

Resumiendo, se puede concluir, que la familia, la escuela, el colegio y la universidad, tienen la gran responsabilidad de fomentar la actividad física y el deporte en el individuo si deseamos tener profesionales y técnicos, es decir, ciudadanos, en capacidad de competir exitosamente en esta sociedad global que no se limita a un país o a un continente.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo,
República Dominicana