jueves, 7 de febrero de 2013

Ortoréxia: Una Enfermedad de la Modernidad


En la anorexia la preocupación es, no comer para no engordar, mientras que en la ortoréxia lo que preocupa es, la calidad de lo que se va a comer para no enfermar. Según afirmara Isabel Zamarrón del Dpto. de nutrición del hospital Ramón y Cajal de Madrid, en España, se conocieron los primeros casos de Ortoréxia en el año 2003. Del griego orto que significa recto o correcto y orexis o apetito, es decir, “apetito correcto”, es el consumo de productos saludables, orgánicos y ecológicos, que en la sociedad occidental y en sus estratos más altos, se está convirtiendo en una enfermedad obsesivo-compulsiva. Esta patología de nuevo cuño, nacida del consumo exclusivo de alimentos naturales, puros y dietéticos, fue bautizada hace solo algunos años con el nombre de “ortorexia”por el médico norteamericano Steven Bratman.

¿Dedica usted demasiado tiempo a la confección de su dieta?, ¿gasta dinero en exceso comprando productos ecológicos u orgánicos?, ¿presta usted más atención a la calidad de lo que ingiere que al simple placer de comer?, ¿se siente usted infeliz y culpable cuando falta a sus convicciones dietéticas?, ¿se aisla usted socialmente, es decir, rechaza invitaciones por ser fiel a sus convicciones alimentarias?.Si es así, es posible que esté padeciendo de éste nuevo síndrome. La doctora Zamarrón explica,” que la persona ortoréxica, busca una “pureza” que no existe en la naturaleza, desprecia los medicamentos y son devotos de los remedios naturales”.

Pienso que todos debemos preocuparnos por hacer una alimentación sana y saludable, pero cuando esa preocupación se convierte en obsesión, entonces debemos hacer un alto y preguntarnos, ¿me estoy pasando de la raya?, ¿ es mi actitud del todo normal?. En ésta columna, publiqué hace dos o tres semanas un artículo titulado “Comida Chatarra para Bebés”. Se trata de padres que ofrecen a sus hijos comidas no saludables, sodas y colas, gelatinas, productos vacíos, con azúcar y sal en exceso, es lo opuesto a aquellos padres que se preocupan por hacer hábitos alimenticios sanos en ellos y en sus hijos. ¿Pero, tiene sentido impedirle a su hijo que vaya al cumpleaños de su amigo, porque allí pudiera comerse un helado o alguna que otra golosina?. Pienso que no.

Vuelvo a repetir, que es un asunto de equilibrio y sentido común, entiendo que podemos comer de todo sin excesos, creo que debemos fomentar hábitos sanos en nosotros y en nuestros hijos, que debemos evitar el sedentarismo y alimentarnos lo más natural posible, que debemos evitar las grasas animales saturadas etc., Y, nunca olvidar una palabra que para mí es la clave del buen comer y del buen vivir: MODERACIÓN.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo,
República Dominicana


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