En columnas anteriores he comentado de los beneficios que sobre el
organismo y el cerebro humanos producen el ejercicio y los deportes. Hoy quiero
hablar de algo que pude observar en la Universidad de Seattle en el Estado de
Washington, cuando asistí a un acto de presentación de proyectos de los jóvenes
que terminaban sus maestrías.
En ese escenario observé a empresarios o a sus representantes, tomar nota
de cada una de las presentaciones para luego hacer ofertas de trabajo o hacer
sus inversiones en algunos de esos proyectos. Llamó mucho mi atención, saber
más adelante, que dichos observadores, prefirieron acercarse a los jóvenes que
además de ser buenos profesionales, pertenecieron a alguna de las distintas
disciplinas deportivas en la universidad.
¿Por qué? Porque el profesional que ha sido parte de un equipo de alta
competición, está en la capacidad de responder más adecuadamente a las
situaciones de de presión y estrés que se le van a presentar en el día a día en
la empresa. En el deporte competitivo el individuo pone en juego el aspecto físico,
mental y cognitivo, y, durante la competición, tiene que decidir en cuestión de
segundos y con la presión del adversario la acción más eficaz para poder salir
ganancioso. El empresario, se enfrenta a situaciones cambiantes en el mundo
competitivo de los negocios y debe estar preparado para asimilar todo tipo de
presiones como lo hace un atleta. De ahí, que el deporte y los estudios van de
la mano para la formación de un profesional con mejores oportunidades de éxito.
El ejercicio y el deporte son un límite en el proceso de envejecimiento, y te
ayudan además, a liberar endorfinas,
sustancias que producen en la persona una sensación de bienestar y placer. Y,
el profesional o empresario con estos elementos a su favor, tendrá mayores
posibilidades de éxito.
Resumiendo, se puede concluir, que la familia, la escuela, el colegio y la
universidad, tienen la gran responsabilidad de fomentar la actividad física y
el deporte en el individuo si deseamos tener profesionales y técnicos, es
decir, ciudadanos, en capacidad de competir exitosamente en esta sociedad
global que no se limita a un país o a un continente.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo,
República Dominicana
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