viernes, 27 de junio de 2025

EL VIRUS RESPIRATORIO SINCITIAL (VRS): ENTRE EL PROGRESO MÉDICO Y EL ESTANCAMIENTO SISTÉMICO

 Las madres singuen preguntando: ¿Qué tipo de virus es ese? ¿Es nuevo? ¿Por qué preocupa tanto? ¿Hay alguna vacuna para evitarlo? Aunque se conoce desde los años 50 del siglo pasado, este virus sigue siendo una de las principales causas de infecciones respiratorias graves en lactantes y también en envejecientes. Se le llama sincitial, porque cuando infecta las vías respiratorias forma unos sincitios o agrupamiento celular que dañan la función pulmonar.

 

A menudo comienza como un simple resfriado, que en lactantes y niños pequeños desencadena bronquiolitis y neumonía, llevando al niño a cuidados intensivos y a la muerte.

 

Décadas atrás, a los niños infectados por el VRS se les trataba con oxígeno húmedo dentro de unas cámaras de plástico (cruopette) y medicamentos que ya son obsoletos. Muchos no sobrevivían.  

 

Hemos avanzado: existe una vacuna (ABRYSVO) contra el VRS aprobada en mayo, 2023, para las embarazadas, con la finalidad de proteger al recién nacido desde la gestación; y una inmunoprofilaxis con el anticuerpo monoclonal (Nirsevimab/Beyfortus), para lactantes sanos y de alto riesgo. Además, ya disponemos de cuidados intensivos neonatales, uso de surfactante pulmonar y tecnologías que antes eran impensables.

 

Sin embargo, en nuestro país, todavía seguimos arrastrando fallas estructurales que impiden que, vacunas, medicamentos y otros insumos lleguen a toda la población. La Salud Pública no ha evolucionado con la misma velocidad que la ciencia ni como lo ha hecho la medicina privada, que dispone de estas herramientas, pero solo para el que las pueda pagar. Sin que hayamos logrado una estrategia nacional coherente y equitativa de prevención para todos.

 

La atención primaria sigue siendo una tarea por cumplir. Deficiente, politizada e inestable. Con nombramientos partidarios. Sin continuidad en el tiempo. Con una gran población que no tiene acceso al agua potable, a un empleo remunerado, a una educación pública de calidad, a alimentación saludable, ni a los medicamentos que no cubren sus seguros médicos; y unas ARS que deciden en temas médicos sin regulación oficial. En un país, que, además, no tiene un programa sólido de promoción de la lactancia materna.

 

La ciencia nos brinda las herramientas. Depende de cada país decidir trabajar en el diseño de un sistema educativo y sanitario sectorizados, con objetivos claros y continuidad más allá de los ciclos electorales. Con instituciones cuyas metas no dependan del azar. Para conseguirlo, necesitamos de una voluntad política y de un compromiso ciudadano que no tenemos ni hemos tenido.

Marcos Díaz Guillén

pediatra de la República Dominicana.

 

 

 

 

 

viernes, 20 de junio de 2025

BRONQUIOLITIS, NEUMONÍA, ASMA Y HOSPITALIZACIONES POR EL VIRUS RESPIRATORIO SINCITIAL

 

El Virus Respiratorio Sincitial (VRS) es una de las causas más comunes de infección respiratoria en todo el mundo. En el primer año de vida el 70% aproximadamente de los niños experimentan al menos una infección por este virus. Y, dependiendo de la gravedad de los brotes estacionales entre el 30% y el 75% de estos niños tendrán una segunda infección por este virus en sus primeros dos años de edad.

 

Cada año en los EE.UU. se estima que más de dos millones de niños menores de 5 años buscan atención médica por infección por el VRS con 1.5 millones de visitas ambulatorias, 500, 000 visitas a emergencia y 50, 000 hospitalizaciones, la mayoría en niños menores de 2 años, pero también envejecientes.

 

La infección por el VRS tiene consecuencias a corto y largo plazo. Diversos estudios poblacionales han reportado una asociación entre la actividad del VRS en la comunidad y las hospitalizaciones por enfermedad neumocócica invasiva en niños y adultos, siendo esta asociación más fuerte y peligrosa que la actividad en la comunidad por los virus de la influenza, el Metapneumovirus y los rinovirus juntos. Se ha demostrado además que, existe una asociación a largo plazo con crisis de sibilancias (bronco espasmo) y el asma recurrente después de haberse padecido la infección por el VRS.

 

Todos estos hallazgos, estudios y evidencias médicas subrayan la necesidad crucial de prevenir la infección por el VRS en lactantes y niños mediante la estrategia de la vacunación a la embarazada; para proteger así al recién nacido que es la persona más vulnerable en sus primeros días y meses de vida por tener un sistema inmunológico débil. Muchos de estos lactantes deben ser ingresados, enviados a la unidad de cuidados intensivos pediátricos, y más adelante, en edad adulta padecer de enfermedades respiratorias crónicas de por vida.

 

Finalmente, gracias a la investigación científica, se ha logrado producir una vacuna segura y eficaz que administrada a la mujer en el embarazo evita esta enfermedad en su bebé que lo va a proteger en sus primeros 6 meses de vida la edad en los que el VRS se adquiere más fácilmente. También existe un anticuerpo monoclonal como tratamiento preventivo en el niño cuya madre no pudo ser vacunada.

 

REFERENCIA: Readmission Following Respiratory Syncytial Virus Hospitalization among Children less than 5 Years of Ache. Journal of The Pediatric Infectious Diseases. Vol. 14, ISSUE 5, May 2025, Piaf036, https://doi.org/10.1093/jpids/piaf036

 Marcos Díaz Guillén

pediatra de la República Dominicana.

 

 

 

 

 

 

lunes, 16 de junio de 2025

LA SALUD Y EL BIENESTAR DEL NIÑO EN EL SIGLO XXI

 

El niño de hoy es el adulto de mañana, el futuro de cualquier nación. Y, ante la pérdida de los valores y principios que ya son parte de la nueva normalidad, la gente se pregunta: ¿Cuál será el futuro de nuestro país? Será, el resultado de la formación, información, educación y ejemplo que estén recibiendo nuestros niños (as). Del mensaje que les estemos enviando los adultos desde el hogar, el colegio y la escuela. Desde la posición de los que dirigen y gobiernan.

 

 En el contexto actual, marcado por la globalización, el cambio climático, la urbanización sin control, las migraciones forzadas, las guerras y tantas crisis humanitarias, los desafíos para proteger a nuestra infancia son cada día más complejos, con el poco trabajo e interés de nuestros “líderes” por resolver.

 

Existen aspectos que requieren de nuestra atención urgente si queremos niños y adultos sanos y por consecuencia una mejor sociedad en la que podamos convivir de manera civilizada.

-          Que el 100% de nuestros niños reciban desde su nacimiento el alimento materno y que ellos y nosotros tengamos acceso a una vacunación universal y equitativa.

-          Atención al deterioro mental y emocional de nuestros niños, adolescentes y adultos. Condiciones que han emergido como una de la crisis más significativa del siglo XXI.

-          Seguridad alimentaria y nutrición infantil. Una alimentación adecuada durante la infancia es fundamental para un desarrollo físico y cognitivo saludable. No obstante, la mal nutrición en sus dos extremos: la obesidad y la desnutrición, son en la sociedad actual grandes epidemias que amenazan a toda población infantil mundial.

-          Que no solo unos pocos tengan acceso al agua potable, al trabajo remunerado, a los servicios médicos, a una buena escolaridad y a los bienes y servicios de sus países.

 

Lo dicho, se ha dicho en todos los idiomas. Pero si la gente buena y capaz no accede a las posiciones de poder, a la política, podremos seguir hablando por los siglos de los siglos. Se lo dijo el Papa Francisco el 4 de marzo, 2019, a un grupo de jóvenes de la Pontificia Comisión Para América Latina (CAL). “Participen en la política, que es una actividad de servicio, es aportar por la amistad social y por la generación del bien común”.

 

En la tarea de cuidar a nuestros niños, que representan nuestro futuro, todos debemos aportar, pero se necesita de una voluntad política si se quiere alcanzar el verdadero desarrollo. El que va más allá de lo que se ve.

Marcos Díaz Guillén 

pediatra de la República Dominicana.

 

 

 

 

 

 

 

miércoles, 11 de junio de 2025

EN LA ERA DE LA INVESTIGACIÓN Y LAS EVIDENCIAS CIENTÍFICAS

 

 Recientemente, el secretario de Salud de los EE.UU. informó que, en lo adelante, “las vacunas Covid-19 para los niños sanos dejarán de administrarse en los EE.UU. Como ha sido la recomendación de los CDC”. Estas declaraciones sin tener en cuenta a los expertos de su propio país, a virólogos, inmunólogos y epidemiólogos, a los CDC (Centros para el Control de Enfermedades), al Comité Asesor Para las Prácticas en Inmunizaciones (ACIP). Sin explicar qué entiende por “un niño sano”, sin evidencias médicas que lo sustenten y viniendo del país que más aportes ha hecho a la tecnología, a la ciencia y la investigación: crea mucha confusión. Y, lleva a la población a preguntarse: ¿Deben vacunarse las embarazadas? ¿Debemos ponernos las otras vacunas?

 

Los médicos y la comunidad mundial saben que, desde los años 70 del siglo pasado cuando se comenzó a vacunar a la población y a las embarazadas con el toxoide tetánico, empezaron a nacer niños sin tétano neonatal hasta que esta terrible enfermedad desapareció en los niños y madres en nuestras maternidades. Desde entonces, se abrió una puerta a la investigación científica para que hoy, tengamos nuevas vacunas y ver nacer y crecer niños no solo sin tétano, sino también, sin difteria, tosferina, sin Covid-19, sin Influenza y sin el Virus Respiratorio Sincitial (VRS).

 

Administrando a la embarazada vacunas que han sido rigurosamente estudiadas antes de autorizar su aplicación en los humanos; garantizamos el derecho a la salud que tienen la madre y su hijo. Eso, lo saben la población, los obstetras y pediatras. Y lo han reconocido todos los ministros de salud, a excepción de algunos que responden a otros intereses.

 

Para terminar y para que la población este informada, me referiré al (VRS) conocido desde los años 50 del siglo pasado, que ha sido un dolor de cabeza para padres y pediatras. Un virus responsable de la hospitalización, gravedad y muerte de miles de niños en el mundo por bronquiolitis y neumonía. Para estos niños que se contagiaban con este virus, solo disponíamos de cámaras de oxígeno húmedo y tratamiento de sostén.

 

Hoy, para la protección al bebé y su madre, existe una vacuna contra el VRS (ABRYSVO) que se le inyecta a la embarazada, que en nuestro país está en centros privados de vacunación y que debería llegar a todos, porque es un derecho de todos. Si la embarazada no se pudo vacunar, se le deberá inyectar al recién nacido como tratamiento preventivo el anticuerpo monoclonal Nirsevimab (Beyfortus) que es muy caro e innecesario cuando las cosas se hacen bien.

Marcos Díaz Guillén

pediatra de la República Dominicana.