Muchas madres nos preguntan si existe algún riesgo para su bebé al usar una u otra pasta dental. Y, en la mayoría de los casos además, no saben manejar adecuadamente la higiene bucal del niño.
La madre, deberá saber que la higiene bucal del niño se inicia antes de que aparezcan sus primeros dientes. Inmediatamente después de las comidas, se limpiará la boca del bebé para retirar restos de leche y otros alimentos principalmente antes del niño irse a dormir. Una vez aparezcan los dientes de leche, la madre los limpiará con un cepillo suave y si quiere, con una pizca de una pasta dental sin flúor. A muy temprana edad, el niño no sabe escupir o enjuagar su boca, tragará la pasta y si ésta contiene flúor, con el tiempo se puede producir en él la fluorosis, que es una decoloración del diente. La fluorosis, aunque sea leve, produce manchas en los dientes, y a largo plazo, puede dar lugar a que el diente permanente salga descolorido o moteado. Cuando el niño esté en capacidad de no tragarse la pasta dental, se usará una con flúor para aprovechar su acción anti caries.
Una vez aparecidos los dientes de leche, se deberá eliminar el biberón e iniciar las visitas al odonto pediatra, quien enseñará cómo hacer un buen cepillado al tiempo que comenzará con las profilaxis o limpiezas. El niño además, aprenderá el hábito de ir al odontólogo en un ambiente libre de traumas.
Cuando los dientes y muelas estén unidos y alineados, los padres animarán al niño a usar el hilo dental, explicándole, que con su uso, se puede llegar a zonas donde el cepillo no puede llegar, evitando así, las placas dentarias y la aparición de caries entre un diente y el otro.
La limpieza o profilaxis programada mantendrá al diente de leche saludable hasta que éste sea desplazado por el diente definitivo. El diente de leche, es una guía que le señala el camino al diente permanente que lo viene empujando. Cuando aquel se pierde antes de tiempo por una mala higiene, se creará un espacio entre un diente y otro, espacio que se irá estrechando hasta provocar acabalgamiento en la dentadura definitiva.
Deberá quedar claro entonces, que la higiene oral y dental es un hábito que los padres deben enseñar y el niño aprender desde muy temprano. Que la pasta dental en los primeros años y hasta que el niño aprenda a escupir deberá ser sin flúor para evitar la fluorosis. Que el diente de leche es tan importante como el definitivo, y que la visita al odonto pediatra, debe iniciarse desde que aparezcan los primeros dientes. Y, que llevar al niño a que le saquen o reparen un cascarón, debe ser cosa del pasado.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana
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