lunes, 19 de marzo de 2012

El niño adoptado


Doctor, mi esposo y yo estamos muy preocupados, tenemos un niño de seis años de edad, es adoptado y no nos ponemos de acuerdo en si debemos decírselo o no. ¿Es correcto que le digamos su condición?, ¿ cuándo debemos hacerlo?.

Cuando una pareja decide adoptar un niño(a), está realizando un sublime acto de amor y entrega. Y, de esa decisión, deberá estar consciente el adoptado. Además, es muy normal, que muchos se hagan esas mismas preguntas.

Los psiquiatras de niños y adolescentes recomiendan que los padres adoptivos sean los que le informen al niño que fue adoptado, porque si llegara a enterarse por otra persona, pudiera sentir ira y/o desconfianza y ver ese acto de amor, como algo malo que ha tenido que mantenerse en secreto.

¿Cuándo informárselo?, algunos expertos entienden que al niño se le deberá informar a la edad más temprana posible. Otros opinan, que siempre habrá que informarlo, pero no muy tempranamente, porque el niño podría confundirse al no entender muy claro la información. Los padres adoptivos, deberán ser lo suficientemente maduros, como para saber elegir la edad y el momento que ellos entiendan son los mejores.

Es normal, y debe verse como algo saludable, que una vez consciente de la situación, el niño desee hablar de su adopción, y los padres deberán animarse a hablar de ello en un ambiente franco. Otra posibilidad es, que el niño se niegue a aceptar que fue adoptado o que llegue a creer que sus padres naturales lo regalaron porque eran personas malas o él un niño malo. Si los padres adoptivos hablan sobre el tema con franqueza y honestidad, es muy poco probable que esas situaciones se presenten.

Una conducta que he visto en los padres adoptivos que me ha tocado tratar, es que han sido demasiado indulgentes y que siempre han estado prestos a obedecer los deseos y caprichos del niño. Y eso no es bueno, porque a la larga, lo que están es, alimentando el egoísmo, la indisciplina y la inseguridad en ese hijo que ellos mismos me han dicho les ha traído la felicidad.

A veces, les ha atrapado un sentimiento de amor y pena, debido quizás, a las circunstancias que rodearon a la adopción. Esto, en nada, ayuda a la salud mental y al equilibrio emocional del niño, que con el tiempo pudiera convertirse en su peor pesadilla. Entonces, mi consejo es, que los padres sepan elegir la edad que ellos entiendan es la mejor para comunicar el hecho de la adopción, y que respecto a la crianza, tengan la suficiente madurez y el carácter para saber amar, y al mismo tiempo, corregir y disciplinar. Así, tendrán muchas probabilidades de ver realizado el sueño de haber formado un buen hijo, que fue su gran ilusión cuando decidieron adoptar.

Dr. Marcos Díaz Guillén

pediatra-neonatólogo

Santo Domingo

República Dominicana

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