Doctor, soy un paciente diabético y lector de su columna HCP. En estos
días se ha escrito mucho sobre la
enfermedad, pero dígame, ¿a qué se le llama diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2?
La OMS en la actualidad reconoce tres tipos de diabetes, la tipo 1, la tipo
2 y la diabetes gestacional. Esta última es la que aparece en la mujer
embarazada y que tiende a desaparecer una vez terminado el embarazo. La
diabetes tipo 1 se ha conocido también como diabetes juvenil o insulino
dependiente, es más frecuente en niños y jóvenes, pero se puede ver también en
personas mayores. En este tipo de diabetes, el páncreas ha sido dañado por
alguna enfermedad viral o autoinmune y deja de producir insulina que es la
hormona que permite la entrada de la glucosa a la célula para convertir dicho
azúcar en energía útil para el organismo.
En la diabetes tipo 2, conocida también como diabetes del adulto, el
páncreas está sano y produce la insulina,
pero los receptores celulares de ésta, que son los encargados de facilitar la entrada de la glucosa a la célula misma, son
los que están dañados. Este tipo de diabetes se relaciona con el sobre peso y
la obesidad y es propia del adulto, pero con tantos niños y jóvenes obesos y
sedentarios, también estos la están padeciendo.
La diabetes clínicamente se va a manifestar con polifagia o deseo vehemente
de comer, polidipsia o sed constante y poliuria o gran producción de orina,
fatiga o cansancio y pérdida de peso sin causa aparente. Si no se controla, con
el tiempo se van a dañar la retina, el riñón, los vasos sanguíneos y puede
aparecer impotencia sexual en el hombre entre otras complicaciones. La glucosa
en ausencia de insulina no llega a las células y el organismo necesita de esa
energía que buscará entonces en las grasas. A medida que estas se van
degradando, se acumulan en sangre y orina unas moléculas muy toxicas llamadas
cuerpos cetónicos que pueden llevar al paciente a una cetoacidosis, que si no
se corrige, terminará en un coma diabético y muerte. Esta, es una de las
complicaciones más serias que podemos
ver en el paciente pediátrico y diabético no controlado. Sin embargo, los niños
y adultos bien tratados, que han adquirido hábitos saludables y que tienen un
control de su diabetes, estarán en capacidad de hacer una vida tan normal y
productiva como cualquier otro individuo que no padezca de esa enfermedad.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo,
República Dominicana
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