Un lector me escribió diciéndome que a su hija le habían diagnosticado “ litiasis biliar”, que la iban a operar, pero que su niña se veía sana, que le orientara en ese sentido, porque él estaba muy preocupado.
La litiasis biliar es la presencia de cálculos o piedras en las vías biliares o en la vesícula. Es una entidad propia de las personas adultas, pero que también se ve aunque con menos frecuencia en los niños.
La pregunta que se hace el padre de ésta niña, es la misma que se hace el médico ¿ Debe operarse una niña que está sana y a la que de manera fortuita se le encontró un cálculo en su vesícula?. No hay consenso en éste sentido, unos se inclinan por una conducta expectante ya que se dan casos de solución espontánea y otros recomiendan la cirugía para adelantarse según ellos a posibles situaciones de emergencia.
En la población infantil la litiasis biliar ha sido considerada poco frecuente y no hay muchos estudios al respecto. Sin embargo, con el uso masivo del ultrasonido, se hacen más diagnósticos y a más temprana edad, habiéndose encontrado casos incluso in útero.
En niños con nauseas, vómitos, ictericia o color amarillo de la piel, fiebre, dolor abdominal recurrente y además litiasis biliar, la mayoría de los médicos estarán de acuerdo en que la cirugía está indicada, no así, en los casos de litiasis en niños sanos donde el cálculo se encontró de manera accidental. Sin embargo, hay que decir, que cada caso deberá individualizarse, ya que el número y tamaño del cálculo es algo a tomar en cuenta si se piensa en el diámetro de las vías biliares en el niño. Un cálculo que eventualmente pudiera obstruir las vías biliares, puede ser indicación de cirugía en un niño que en ese momento está sano.
Finalmente quiero afirmar, que si bien es cierto que muchos casos de litiasis biliar en niños obedecen a hallazgos fortuitos, siempre hay que investigar, porque pudieran estar asociados a anemia falciforme, anomalías congénitas, a la genética familiar y a la obesidad infantil que actualmente es un problema de salud pública en muchos países. Y, respecto al señor que me escribió, yo le diría, que la idea de operar a su niña pienso que habrá sido una decisión bien sopesada, pero que en definitiva, es usted como padre y la confianza que usted haya depositado en su médico quien diga la última palabra.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo,
República Dominicana
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