miércoles, 27 de marzo de 2019

¿Son las vacunas un engaño?


¿Son las vacunas un engaño? Claro que sí.   Porque cuando inyectamos a un niño o adulto virus o bacterias modificadas o atenuadas, estamos engañando al sistema de defensas del cuerpo humano que entiende que una enfermedad nos ataca y empieza a producir anticuerpos contra esa supuesta enfermedad.  Así de simple es el engaño de las vacunas. Pero existe otro engaño que es perverso y peligroso. El de personas y organizaciones anti vacunas que sin ninguna evidencia científica quieren hacer creer que las vacunas se asocian a enfermedades y trastornos tan serios como el autismo.  Y, ¿qué persiguen con ello? Dinero. Porque independientemente de que algunos crean lo que dicen, existe un gran negocio en torno al miedo a las vacunas que ha logrado sembrar la duda en naciones desarrolladas de Europa y en los EE.UU. donde están reapareciendo enfermedades que estaban controladas o erradicadas. 

Gente perversa como el Dr. Andrew Wakefield, un reconocido investigador y ex cirujano británico publicó en 1998 en la prestigiosa revista médica The Lancet la tesis hoy desacreditada de que la vacuna triple viral era causa de autismo en los niños. The Lancet se retractó de lo publicado y al Dr. Wakefield se le retiró la licencia para ejercer en el Reino Unido cuando se descubrió que lo que había detrás de sus afirmaciones era un evidente interés comercial.



Los médicos, debemos ser cuidadosos. Debemos denunciar a los farsantes, y no enfrentar a la gente que ha sido engañada. Recordarles que gracias a las vacunas hemos olvidado el polio, sarampión, meningitis, difteria, tétano y muchas otras enfermedades.  Informarles que la OMS certifica que las vacunas evitan cada año más de 3 millones de muertes y que, por falta de estas, fallecen 2 millones de personas cada año.  Que la gripe o influenza todavía mata miles de personas al año, y que antes de que existieran las vacunas contra la gripe, en el año 1918, en la llamada pandemia española, los más conservadores estimaron que solo en ese año murieron unos 50 millones de personas por gripe.  Preguntarles, que si un familiar suyo fuera mordido por un animal sospechoso de rabia, si se opondrían a vacunarlo y, permitirles que sean ellos quienes lleguen a sus propias conclusiones.

Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra - Neonatologo
Santo Domingo, República Dominicana


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