Foto © Ana Cotta
La enfermedad por arañazo de gato es una infección producida por una bacteria, la Bartonella Henselae, que el gato puede alojar en su saliva y pasarla al ser humano por una mordedura. El gato habitualmente se lame sus patas, por lo tanto, con el arañazo es como más la transmite. Casi el 50% de los gatos en algún momento tienen dicha bacteria en su saliva.
El lugar del arañazo se puede inflamar o formarse una llaga que tarda mucho tiempo en sanar. Los ganglios linfáticos de la zona se agrandan, se hacen dolorosos y pueden supurar, el paciente presenta malestar general, fiebre en la mitad de los casos, cansancio, fatiga, dolor de cabeza y falta de apetito.
El diagnóstico puede pasar desapercibido aún para el médico más acucioso ya que los síntomas muchas veces no guardan una relación causa-efecto, pues la mayoría de los pacientes no son capaces de relacionar el arañazo con la aparición de los síntomas que pueden llegar mucho tiempo después.
En un niño o adulto saludable el pronóstico es bueno, aunque a veces los síntomas pueden tardar meses en desaparecer. En pacientes con un sistema inmunológico deprimido o que están recibiendo quimioterapia la situación puede ser grave, estos necesitarán terapia con antibióticos, al gato no hay que tratarlo, porque solo es un portador sin padecer la enfermedad.
La manera más simple de prevenir la enfermedad es eliminando el gato, pero esto sería cruel, además impropio del ser humano de la nueva sociedad a que aspiramos. Usted puede extirparle quirúrgicamente las uñas para evitar el arañazo, mantenerlo limpio y vacunado además de enseñarle a sus hijos el lavado de las manos después de tocar a su gato.
Recordemos, que el ser humano comparte el planeta con las aves y otros animales, también con las plantas, los ríos, mares y montañas. Que al niño debemos enseñarle a convivir en armonía con los demás seres humanos, con los animales y elementos que le rodean si deseamos una sociedad más sana para las nuevas generaciones.
Hice este escrito recordando a una niña que llorosa y triste entendía que debía deshacerse de su gato porque los pelos de ese animal, según su médico, eran los responsables de su asma.
Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra - Neonatólogo
Santo Domingo - República Dominicana
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