Hasta el año 2023 el virus de la fiebre amarilla se conocía como endémico en 34
países africanos y 13 de Sur y Centro América. En el 2025 la OMS/OPS informa
que la enfermedad es una amenaza para países en los que el virus no es endémico.
El 23
de agosto, 2017, hacíamos referencia a la prestigiosa revista médica New
England Journal of Medicine que nos recordaba: “la fiebre amarilla, traída de
África a América en el siglo XVI desató epidemias muy graves con cientos de
miles de defunciones desde New York a Buenos Aires hasta la aparición de la
vacuna en el año 1937 que, Con una sola dosis, protege de por vida al 100% de
los vacunados “. Luego se logró que esta vacuna se hiciera obligatoria a las
personas que iban a viajar a zonas donde la enfermedad es endémica.
Se teme
que la propagación de la fiebre amarilla sea similar a la del virus Zika que
surgió en Brasil en el 2015 y que luego se extendió por más de 60 países
incluyendo a los EE.UU. Porque la enfermedad la transmite el mosquito Aedes
Aegipty, el mismo que transmite el Zika, dengue, Chikungunya y el virus del
Nilo Occidental. Un mosquito que vive con nosotros.
“Hasta
el año 2024 los casos de fiebre amarilla estuvieron concentrados en la región
amazónica de Bolivia, Brasil, Colombia, Guyana y Perú. Pero para el 2025 ha
comenzado a desplazarse a otras zonas” (OPS).
La
Fiebre amarilla es una enfermedad hemorrágica viral potencialmente mortal que
comienza a dar síntomas 3 a 6 días después que el mosquito infectado pica a la
persona. En algunos casos la incubación puede ser hasta de 14 días. No hay medicina
para tratarla, lo que obliga a los gobiernos disponer de una buena y permanente
vigilancia epidemiológica. Que la vacunación sea masiva en los países donde el
virus es endémico y que se mejoren las condiciones sanitarias y el nivel de
vida de la gente.
¿Cuáles
son los síntomas?
. Fiebre
.
Escalofríos
.
Dolores musculares
.
Cefalea
.
Inapetencia
.
Náuseas y vómitos
.
Deshidratación.
. Piel
amarilla (no siempre).
Sin
ánimo de alarma, sí de alerta. Recordar que: Las muertes por la epidemia de
fiebre amarilla que azotó Memphis EE.UU. 1879, excedieron por mucho las del
gran fuego de Chicago 1871, las inundaciones de Johnstown 1889 y el terremoto
de San Francisco 1906.
“No hay
una enfermedad que pueda aterrorizar a una población como lo hizo la fiebre
amarilla” (J. R. Pierce en su libroTheYellow Jack, 2005).
Marcos Díaz Guillén
pediatra de la República Dominicana.
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