jueves, 26 de mayo de 2022

INFLACIÓN Y DESNUTRICIÓN INFANTIL

Con la experiencia de una pandemia que todavía nos afecta y la triste realidad de un mundo en conflicto, la inflación está afectando a todos, no solo a nosotros. Pero hay que aclarar que los países que más alta inflación registran, son aquellos que, no han tenido la responsabilidad de enfrentar la situación y que hacen un uso irresponsable de sus recursos.

 

En nuestro país, la mayoría de las personas tienen salarios muy bajos, existe mucho desempleo, y los que tienen, al menos una mala alimentación, en la actualidad corren el riesgo de perderla. En medio de esta realidad están nuestros niños, sin una alimentación que les proporcione las calorías, proteínas, minerales y micronutrientes necesarios para alcanzar un adecuado desarrollo físico y cognitivo. Así, no hay país que pueda alcanzar el desarrollo, aunque proclame que está en esa vía.

 

“Una nutrición deficiente, va a producir retraso del crecimiento infantil, que es uno de los obstáculos más significativos para el desarrollo humano. El retraso del crecimiento es en gran medida irreversible y la causa de brotes de infecciones repetidas. La mala nutrición atrasa el desarrollo físico y cognitivo, reduce la capacidad productiva y aumenta los riesgos de sufrir enfermedades degenerativas a más largo plazo” (OMS).

 

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) un organismo de la ONU con sede en Santiago de Chile, reportó una inflación general de 7.2% en nuestra región en el año 2021 sin contar los países con inflación crónica como Argentina, Haití, Surinam y Venezuela. Y nuestro Banco Central informó, que la inflación interanual en República Dominicana medida desde enero 2021 hasta enero 2022 se colocó en 8.7%.

 

Ante esta realidad, es deber del Estado, de sus autoridades y del país, hacer las previsiones para que la inflación que hace cada día más pobre a la población, repercuta lo menos negativamente en la alimentación y salud de nuestras mujeres embarazadas y en la salud y bienestar de nuestros niños.

 

El Estado tiene la obligación de velar porque los niños puedan seguir en las aulas, con un buen desayuno y almuerzo escolar y docentes de calidad; proporcionándoles la alimentación y educación que el hogar no les puede dar. El país tiene que entender, que no puede haber desarrollo si seguimos por más tiempo en el clientelismo partidario, la improvisación y el despilfarro de siempre.

Marcos Díaz Guillén

pediatra-neonatólogo

Santo Domingo

República Dominnicana.

 

 

 

 

 

  

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