Es una enfermedad que incluye pequeñas ampollas en la boca, principalmente en la lengua, en la
Palma de la mano y en la planta del pie, a veces pueden aparecer en las nalgas. Es producida por un enterovirus, el Coxsakie A-16, llamado así, porque fue identificado por primera vez en un pueblo norte americano llamado Coxsakie. Es una enfermedad de la infancia por debajo de los diez años de edad, aunque puede verse en adultos, es común en el verano y se transmite de persona a persona. Incluye además, fiebre, dolor de garganta y síntomas de resfriado común.
¿Qué tan serio puede ser? Para la mayoría de los niños la enfermedad es leve, aunque los síntomas pueden ser muy intensos en la fase inicial, para desaparecer en unos siete días. Solo en raras ocasiones éste virus causa enfermedad severa como meningitis viral o problemas cardiacos, pero en mujeres embarazadas o en personas con un sistema inmunológico comprometido, podría comportarse de
una manera muy peligrosa.
El virus se encuentra en los fluidos y secreciones nasales, en la garganta y en las heces fecales de los pacientes infectados. Un niño infecta al otro cuando las manos, alimentos o juguetes contaminados son llevados a la boca. Es una enfermedad infecto contagiosa muy común en las guarderías.
¿Cómo prevenir el síndrome boca, mano, pie? Lavando las manos con agua y jabón especialmente
cuando limpiamos la nariz del niño y se cambian los pañales, lavando con agua y jabón los juguetes
que pueden a contener saliva, y no intercambiar comidas, bebidas, cepillos dentales y toallas.
Para la enfermedad boca, mano, pie el tratamiento es sintomático, buscando mejorar la fiebre,
ofreciendo líquidos abundantes para evitar la deshidratación, pues las llagas pueden impedir una
adecuada rehidratación, la que en ocasiones tendrá que hacerse con fluidos intravenosos.
La infección produce inmunidad al virus específico que en ese momento causó la enfermedad, pero
un segundo episodio puede ocurrir por otra cepa diferente del mismo grupo de los enterovirus. El virus
puede vivir días en superficies contaminadas , por lo que lavarse las manos y cumplir con las reglas de
higiene que garanticen un menor contagio, es una exigencia que los padres deben hacer a las
autoridades y profesores cuando decidan inscribir a sus niños en un maternal. Porque ésta es solo una
de las tantas enfermedades que puede adquirir el niño pequeño en un lugar como el maternal si no es
dirigido y manejado por profesionales en la materia.
Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra-Neonatólogo
Santo Domingo, República Dominicana
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