El Dr. Marcos Díaz Guillén, especialista en Pediatría y Neonatología de Santo Domingo, República Dominicana, escribe sobre inquietudes y dudas que muchos Padres tienen sobre la salud, bienestar y crianza de sus hijos. Por cuestiones legales preferimos no responder a consultas a través de este medio.
jueves, 25 de octubre de 2012
El Triángulo de la Muerte
Una infección en el triángulo de la muerte es un evento que puede complicarse y que debemos evitar, porque si se produjera una infección cerebral, su mortalidad puede llegar hasta un 30%. Y, el paciente que no muere, pudiera quedar con serias secuelas.
¿Y qué es el triángulo de la muerte?. Es la zona de la cara que va desde las comisuras del labio superior hasta el entrecejo pasando por la nariz. Las venas de nuestro cuerpo tienen en su interior unas válvulas que favorecen el flujo de la sangre evitando que ésta se devuelva. Sin embargo, las venas que drenan la zona del triángulo de la muerte carecen de dichas válvulas, porque la sangre a ese nivel no necesita de tal ayuda.
¿Y qué podría suceder si en ésta zona usted exprime un forúnculo? Con la presión ejercida, usted puede mandar infección al cerebro a través de unas venas que son anatómicamente diferentes.
Recientemente, tuve la oportunidad de atender un niño cuya madre le exprimió un pequeño forúnculo en una de sus fosas nasales. Lo llevó para que yo le indicara una cremita, tenía su nariz roja e inflamada. Le expliqué los riesgos que corría su hijo si lo tratábamos ambulatoriamente como ella entendía debía hacerse, le dije que debíamos internarlo para iniciar un tratamiento con antibióticos por vía intravenosa. Llamó a su esposo y aceptaron mis recomendaciones. El niño fue dado de alta a las 48 horas con antibióticos vía oral para terminar su tratamiento en la casa. En principio, los padres creyeron que se trataba de una broma cuando les hablé de ingresar a su hijo, pero cuando se documentaron y conocieron de los riesgos, entendieron la importancia del caso.
En conclusión, no se debe manipular o exprimir espinillas y barros, abscesos o forúnculos en el triángulo de la muerte, y además, debemos mantener una higiene bucal adecuada. Porque esa zona de nuestra anatomía tiene una irrigación tan rica, que es capaz de producir siembra bacteriana en área tan sensible como es nuestro cerebro.
Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra -Neonatólogo
Santo Domingo, República Dominicana
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