Pediatrics, la revista científica oficial de difusión médica de la Academia
Americana de Pediatría, publicó on line el15 de abril/2013, una investigación
muy interesante, donde se dan a conocer los efectos de la música como terapia
en la unidad de cuidados intensivos neonatal. Se realizó un estudio
multicéntrico en 272 recién nacidos prematuros de 32 semanas de gestación o
menos, clínicamente infectados o con problemas respiratorios.
Los niños, fueron estimulados con música en vivo tres veces por semana por
dos semanas, se estudiaron antes, durante y después de la estimulación, y se
compararon con otro grupo de niños que no recibieron esa estimulación. La música
en vivo produjo cambios en su frecuencia cardiaca la que mejoró cuando los
niños oyeron canciones de cuna. Su concentración de oxígeno en sangre se
incrementó, la succión, que es un reflejo fundamental para que el recién nacido
pueda alimentarse, se hizo más vigorosa, el ritmo respiratorio bajó, el tiempo
de alerta mejoró, al igual que los periodos de sueño. Para este estudio que
duró dos años en once unidades de cuidados intensivos neonatal, liderado por
Joanne Loewy quien es directora del Beth Israel´s Louis Armstrong Center for
Music and Medicine de Nueva York, los terapistas de la música ayudaron a los
padres a transformar sus canciones favoritas en canciones de cuna.
Thomas Truman director de neonatología y cuidados intensivos pediátricos en
Thallahasse Memorial Hospital en Florida, que no participó en éste estudio,
dice, “que los bebés a los que se les tocó música y se les cantó, salieron de
su unidad neonatal antes que aquellos a quienes no se les ofreció la terapia
musical”.
En la unidad de cuidados intensivos, los médicos, las enfermeras, los
equipos y monitores, producen mucho ruido, y la música, podría tener un efecto
anti estrés para estos niños. Helen Shoemark investigadora musical del Murdoch
Childrens Research Institute de Melbourne, Australia afirma, “El ruido daña,
mientras que la música sana y es muy importante en el desarrollo cerebral del
niño”.
Entonces, podríamos concluir diciendo, que desde hace mucho tiempo, se ha
pensado que la música era beneficiosa en el desarrollo físico y psicológico del
niño. Y, que con éste estudio, la evidencia indica que es así, que la música,
muy particularmente la que se toca y canta en vivo se comporta en el recién
nacido sano y especialmente en el enfermo, como una verdadera medicina. Y, si
bien es cierto que ésta terapia se está haciendo en los países más desarrollados, también es
cierto, que nosotros podríamos imitarlos. Porque además, es muy barata.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo,
República Dominicana.
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