lunes, 6 de mayo de 2013

Laringotraqueitis


El Crup o Laringotraqueitis es un motivo de consulta relativamente frecuente en pediatría. Se trata, de una inflamación de la laringe y la tráquea, de ahí su nombre. Se presenta como un estridor inspiratorio que la madre identifica como una “tos perruna”. Su causa principal son los virus respiratorios, aunque puede ser desencadenada por alergias, bacterias o la inhalación de alguna sustancia irritante.

Décadas atrás era frecuente un tipo de Crup de origen bacteriano conocido como epiglotitis, un cuadro clínico severo en un niño agudamente enfermo que además de presentar tos perruna, estaba febril, tóxico y babeando ya que la inflamación le impedía tragar su propia saliva. Con la introducción de la vacuna contra el hemophilus influenzae tipo B, ésta entidad es ya poco frecuente en los países que como el nuestro se aplica dicha vacuna.

De todos modos, ante un Crup o tos perruna, aunque la madre crea que es algo simple y pasajero, como generalmente lo es, debe comunicarlo al pediatra y que sea éste quien decida qué hacer, porque casos de Crup viral, a veces ameritan cuidados especiales.

Como todavía hay sectores de la población que solo están parcialmente vacunados, y aunque la epiglotitis es rara, sería bueno recordar las diferencias clínicas entre ésta y el Crup viral. El Crup viral es más común y tiende a repetirse en un mismo niño, la epiglotitis es de origen bacteriano y el niño luce agudamente enfermo. En ésta, los glóbulos blancos están elevados, en el Crup más bien bajos. El Crup es frecuente en niños desde los tres meses a los tres años de edad, y la epiglotitis se ve generalmente en niños más grandes. El Crup es parte de un síndrome gripal y es de evolución lenta, mientras la epiglotitis es de un origen brusco en un niño agudamente enfermo  con fiebre muy alta. El Crup va a ceder en pocas horas respirando aire húmedo, con nebulizaciones de adrenalina racémica y a veces esteroides, mientras que la epiglotitis precisará de cuidados intensivos, intubación traqueal, antibióticos y otras medidas de soporte.  

Para lograr el desarrollo real en un país, se necesita eliminar las desigualdades, también, de una población instruida y en salud. República Dominicana es signataria de los objetivos de desarrollo del milenio de la ONU para el año 2015, ojalá logremos por lo menos educación primaria universal para ese año. Y, en el aspecto salud, que tengamos la suficiente voluntad política para lograr: Vacunación universal de todos los niños y adultos, lactancia materna para todos nuestros niños y agua corriente en todos los hogares. Es una manera simple de comenzar a buscar el desarrollo. Se puede, porque otros países lo han logrado. De lo contrario, preparémonos para seguir viviendo la cultura de la ignorancia, la enfermedad y la violencia que la desigualdad y el subdesarrollo generan.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo,
República Dominicana



  

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