El Crup o
Laringotraqueitis es un motivo de consulta relativamente frecuente en
pediatría. Se trata, de una inflamación de la laringe y la tráquea, de ahí su
nombre. Se presenta como un estridor inspiratorio que la madre identifica como
una “tos perruna”. Su causa principal son los virus respiratorios, aunque puede
ser desencadenada por alergias, bacterias o la inhalación de alguna sustancia
irritante.
Décadas atrás
era frecuente un tipo de Crup de origen bacteriano conocido como epiglotitis,
un cuadro clínico severo en un niño agudamente enfermo que además de presentar
tos perruna, estaba febril, tóxico y babeando ya que la inflamación le impedía
tragar su propia saliva. Con la introducción de la vacuna contra el hemophilus
influenzae tipo B, ésta entidad es ya poco frecuente en los países que como el
nuestro se aplica dicha vacuna.
De todos
modos, ante un Crup o tos perruna, aunque la madre crea que es algo simple y
pasajero, como generalmente lo es, debe comunicarlo al pediatra y que sea éste
quien decida qué hacer, porque casos de Crup viral, a veces ameritan cuidados
especiales.
Como todavía
hay sectores de la población que solo están parcialmente vacunados, y aunque la
epiglotitis es rara, sería bueno recordar las diferencias clínicas entre ésta y
el Crup viral. El Crup viral es más común y tiende a repetirse en un mismo niño,
la epiglotitis es de origen bacteriano y el niño luce agudamente enfermo. En
ésta, los glóbulos blancos están elevados, en el Crup más bien bajos. El Crup
es frecuente en niños desde los tres meses a los tres años de edad, y la
epiglotitis se ve generalmente en niños más grandes. El Crup es parte de un
síndrome gripal y es de evolución lenta, mientras la epiglotitis es de un
origen brusco en un niño agudamente enfermo
con fiebre muy alta. El Crup va a ceder en pocas horas respirando aire
húmedo, con nebulizaciones de adrenalina racémica y a veces esteroides,
mientras que la epiglotitis precisará de cuidados intensivos, intubación
traqueal, antibióticos y otras medidas de soporte.
Para lograr el
desarrollo real en un país, se necesita eliminar las desigualdades, también, de
una población instruida y en salud. República Dominicana es signataria de los
objetivos de desarrollo del milenio de la ONU para el año 2015, ojalá logremos
por lo menos educación primaria universal para ese año. Y, en el aspecto salud,
que tengamos la suficiente voluntad política para lograr: Vacunación universal
de todos los niños y adultos, lactancia materna para todos nuestros niños y
agua corriente en todos los hogares. Es una manera simple de comenzar a buscar
el desarrollo. Se puede, porque otros países lo han logrado. De lo contrario,
preparémonos para seguir viviendo la cultura de la ignorancia, la enfermedad y
la violencia que la desigualdad y el subdesarrollo generan.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo,
República Dominicana
No hay comentarios:
Publicar un comentario