Esa enfermedad respiratoria aguda que ha acompañado a la humanidad desde
siempre y que hoy conocemos como influenza, los franceses fue quienes por
primera vez le llamaron Grippe.
Conocemos en la actualidad tres tipos diferentes del virus de la influenza,
A, B y C, los que pueden mutar a varios subtipos, y que han sido clasificados
según sus proteínas externas H por la Hemaglutinina (glucoproteína antigénica
que se encuentra en la superficie del virus de la gripe) y N de Neuraminidasa (enzima presente en la
envoltura de la cápside del virus de la gripe junto a la Hemaglutinina). Y, es
así como existen 16 tipos H y 9 tipos N.
La que conocemos como influenza estacional de invierno, es llamada así, porque
es más común al iniciarse dicha estación del año. Sus virus son cambiantes y es
por eso que se recomienda vacunar entre los meses de octubre y diciembre de
cada año, y es por eso, que cada año se fabrican nuevas vacunas contra los virus
que en ese momento se sabe que están circulando.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en las epidemias anuales se
estima que entre 3-5 millones de personas adquieren el virus y que entre 250
mil a 500 mil personas mueren debido a complicaciones.
Informes de la OMS indican, que la
gripe asiática de 1957 en la que murieron 2 millones de personas en el mundo
fue causada por el virus A H2N2 y la influenza de Hong Kong de 1968 con cerca
de un millón de muertes fue causada por el virus A H3N2. Y, en el 2004-2005 fue
la cepa H5N1 o virus de la gripe aviar la que ocasionó la muerte de más de 250
mil personas principalmente en el sudeste asiático, lo que viene a confirmar lo
cambiante que es el virus.
La mayoría de las personas se recuperan del virus de la influenza en días o
semanas, pero suele ser muy grave y llevar a la muerte en personas sobre los 65
años de edad, en los niños pequeños, en la mujer embarazada y en los individuos
con alguna condición de salud como, asma, enfermedad cardiovascular, diabetes,
fumadores, enfermedad renal o en personas inmuno deficientes.
Para la gripe, no existe un tratamiento específico, sino más bien
sintomático para hacer sentir lo mejor posible al paciente en lo que el virus
deja de replicarse. Pero podemos hacer cosas para prevenirla, la primera es,
vacunar al empezar la estación de invierno de cada año, mantener una buena
higiene general, un buen lavado de las manos, y, evitar el hacinamiento o la
aglomeración si existe el riesgo de contraer dicha enfermedad.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo,
Santo Domingo,
República Dominicana
No hay comentarios:
Publicar un comentario