La edad cronológica de una persona es la que marca el reloj, la que tiene
como punto de partida su fecha de nacimiento. La edad biológica, es distinta, y
está relacionada con su sistema inmunitario.
Un grupo de investigadores de la Universidad Complutense de Madrid ha
demostrado cómo ciertos marcadores del sistema inmunitario son similares en
personas centenarias y en adultos jóvenes. Dicho estudio liderado por la
doctora Mónica De La Fuente experta en neuro inmunología y envejecimiento
indica, que los hábitos saludables que refuerzan el sistema inmunitario,
inciden positivamente en la longevidad.
Algunos de los parámetros relacionados con la edad biológica y la
longevidad, es la capacidad de un tipo de glóbulos blancos de fagocitar o
atrapar las células y cuerpos extraños que aparecen en nuestro organismo, y la
actividad de las células NK (Natural Killers o asesinos naturales), un tipo de
glóbulos blancos que se encargan de destruir las células tumorales que se
desarrollan en el cuerpo humano.
Es posible influir en nuestra edad biológica adquiriendo hábitos saludables
mejorando así nuestro sistema inmunitario: Hacer ejercicios moderados
habitualmente, evitar el estrés o enfrentarlo de una manera optimista, hacer
dieta sana y aprender a levantarnos de la mesa no totalmente saciados.
“El sistema inmunitario nos defiende de las infecciones y de las células
cancerosas que continuamente nos están apareciendo, esa es una función bien
conocida, pero lo que hemos visto es, que tiene otra función igual de relevante,
la de ser un regulador que trabaja sincrónicamente con el sistema nervioso y el
sistema endocrino-hormonal. Es el equilibrio de estos tres sistemas, lo que nos
permite vivir en un estado saludable. Y es lo que nos permite explicar por qué
cuando una persona está deprimida, ansiosa o bajo un estrés constante, el
sistema se desequilibra y somos susceptibles de padecer infecciones o
desarrollar un cáncer. Y, a la inversa, todas las emociones positivas, van a
repercutir en tener un sistema inmunológico fuerte y a mantenernos saludables”.
“Lo hemos estudiado en ratones. Aquellos que son más ansiosos y que manejan
con mucho miedo el estrés a que son sometidos, se tornan inmuno suprimidos y
mueren mucho tiempo antes que los otros,
y esto, se ha podido estudiar también en el ser humano”(Mónica De La Fuente).
Las personas que enfrentan la vida con optimismo, que manejan mejor el estrés, que han adquirido hábitos saludables, que
hacen dieta sana y se ejercitan regularmente, tienen una edad biológica mucho
más joven y envejecen más lentamente si los comparamos con sus iguales que no
hacen lo mismo, aunque tengan igual edad cronológica.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo,
República Dominicana
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